Mariano Rajoy no presenta su punto fuerte en Internet. El mundo digital es, sin duda, una nueva ventana cada vez más importante para darse a conocer al mundo y para construir una buena reputación. Para comunicar y para contestar dudas o rebatir críticas. Para ser respetado y para ser popular. Para tener, en definitiva, credibilidad como líder del sector que se representa. Pues bien, según un estudio elaborado por el experto en marketing digital y redes sociales Juan Merodio, Mariano Rajoy, no puede ser considerado precisamente un influencer, es más, Merodio afirma tajante que el Presidente del Gobierno no tiene credibilidad digital.
Para llegar a esta categórica conclusión, el experto ha analizado todo el perfil digital de Rajoy, concluyendo que no es demasiado positivo para la imagen del mismo. Por un lado porque le falta actualización, por otro porque no interactúa y por último porque tiene seguidores falsos.
En la portada de su blog la última entrada es del 6 de diciembre de 2014. Algo bastante desactualizado, a pesar de que ha habido bastante material sobre el que el Presidente podría haber comunicado. En esa misma página, el último tuit que aparece es del mismo mes, de diciembre, aunque es cierto que es por una cuestión de no actualizar ya que el Community Manger de Mariano Rajoy sí que ha ido publicando cosas y retuiteando otras. Hoy por hoy la cuenta @marianorajoy estaba perfectamente al día. La conclusión es que su blog personal, que él debería gestionar o delegar en alguien para que lo gestionara, está totalmente abandonado. En cuanto al dominio rajoyenaccion.com, que en su web se anuncia como videoblog, lleva, por alguna desconocida razón, a una web japonesa.
En Twitter, por su parte, el Presidente dispone de una cuenta con mala calificación en la que se pueden ver la gran cantidad de seguidores falsos que hay. Otra de las cosas que hace que no provocan un aumento de su reputación es diferenciar cuando su cuenta la usa él (firmando con M.R) y cuando la está usando su social media (que no firma nadie). En relación a Facebook, además de que el líder político no tiene demasiados seguidores si comparamos con otros, no hay ningún tipo de interacción. Las críticas llueven y ninguna se rebate con argumentos y las escasas alabanzas no se celebran.
