Bein Sports saldó su primera semana de emisión de Champions League con un rotundo suspenso. El canal se pudo seguir en Vodafone, Orange y Telecable pero con una masa de abonados mínima de 1,2 millones de suscriptores, insuficiente para cubrir una demanda que superó al menos los diez millones de espectadores, quienes además lo tuvieron casi imposible para encontrar un bar donde ver los encuentros. Por segundo día consecutivo, los partidos –y en especial el del FC Barcelona- no se pudieron seguir con normalidad en las plataformas de internet del canal.
Y como no podía ser de otra manera, las redes sociales han ardido contra Bein Sports. La cadena de Mediapro emite en exclusiva la Champions League, pero no logró comercializarla en todas las plataformas. Hasta última hora se especuló con que la señal se incorporaría a Movistar+ algo que nunca se produjo y que generó una contratación masiva de Total Channel, la OTT mediante la cual Mediapro intentó comercializar por su cuenta la cadena.
Los servidores colapsaron, según Mediapro porque más de 120.000 personas se dieron de alta al filo del comienzo de los partidos, e intentaron entrar todos a la vez. Mediapro cifró en 7.000 los afectados aunque fueron muchos más los que no pudieron seguir con normalidad las emisiones de los encuentros con mala calidad de imagen y con numerosos cortes y problemas de conexión a la plataforma de Bein Sports, sustituta de Total Channel, ya esta última estuvo inhabilitada durante el tiempo que duraron los partidos tanto el martes como el miércoles.
La jornada de ayer fue crítica, ya que como el propio Taxto Benet, número dos de Mediapro, reconoció ayer por la tarde, no podían garantizar que el servicio se prestase con normalidad a pesar de que –aseguró- impedirían nuevas altas en el servicio. El problema es que la demanda de miércoles triplicó a la del martes. El martes se emitieron partidos del Atlético de Madrid y de Sevilla, con mucho interés popular pero nunca comparado a la expectación que generó el FC Barcelona-Roma de anoche.
De esta manera, los problemas se repitieron incluso con más intensidad que la jornada del martes. ‘Cortes en las retransmisiones, imágenes congeladas, pérdida del sonido, falta de sincronización con el sonido de las radios’ fueron algunos de los problemas reseñados por los usuarios. Y es que en esta oportunidad no sólo Total Channel colapsó sino que la plataforma de Internet de Bein Sports, ‘Bein Sports Conect’ tampoco pudo hacer frente a la demanda y por momentos se fue a negro.
El caso de los bares es otro de los graves problemas que se registraron ayer. La mayoría de los restaurantes en España tienen contrato con Canal+ -actual Movistar+- y no se pasaron a Orange y Vodafone a pesar de que éstos emitían en exclusiva la Champions League. En redes sociales muchas personas se quejaron de que no pudieron ver el partido porque les fue casi imposible encontrar un bar que lo emitiese.
En resumen, probablemente el de ayer fue el partido del FC Barcelona en Champions League que menos gente pudo ver en toda la historia reciente de la competición. Esto plantea un gran reto por delante, tanto para Mediapro que debe reforzar sus plataformas de Internet como para Vodafone y Orange que han hecho una campaña de captación de abonados a totas luces insuficiente. Tema aparte es la negociación que deberán retomar Movistar y Mediapro, aunque las condiciones ahora serán radicalmente distintas a las que planteó Jaume Roures hace tres semanas.