La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) tiene un problema. La entidad que agrupa a los periodistas corre el riesgo de perder las subvenciones de la Comunidad de Madrid que financian el 90% del presupuesto de su Seguro Médico, lo que significaría en la práctica la desaparición de este servicio. La noticia que no ha sido desmentida por la Presidenta de la APM Carmen del Riego ha generado una avalancha de críticas de reputados periodistas que han llamado hasta prnoticias para manifestar su descontento con el mal manejo que está realizando de esta crisis.
Incluso las llamadas llegadas hasta esta redacción nos preguntan detalles respecto de la posible retirada de la subvención de 8,6 millones de euros anuales. Unas preguntas que Carmen del Riego no contesta a sus asociados y ante lo que ha preferido callar escudándose en un ‘supuesto’ desmentido de Cristina Cifuentes en un tuit. Unas conversaciones en las que hemos comprobado que la continuidad de muchos asociados está ligada casi exclusivamente al Seguro Médico.
Desde prnoticias hemos ido más allá y hemos realizado una encuesta a un centenar de asociados a la APM preguntándoles precisamente lo que más teme Carmen del Riego: ‘¿Continuarías en la APM si se acaba el Servicio Médico?’ Y las respuestas han estado en la línea de lo que os hemos venido contando estos últimos días: ocho de cada diez asociados se darían de baja en caso de que se acabase el seguro.
Se comprueba además que el único incentivo de prácticamente la totalidad de los 8.000 socios de la APM es el Servicio Médico y que su pérdida –una posibilidad cierta a partir del próximo año- podría generar una verdadera avalancha de salida. La afiliación es trimestral con un cobro de 66 euros y 20 extra por el seguro, lo que podría hacernos suponer que las salidas serían más intensivas a partir del segundo trimestre de 2016, siempre que la subvención de la Comunidad de Madrid se acabe a contar de enero del próximo año.
En 2014 el Servicio Médico de la APM costó 10,3 millones de euros, 300.000 euros más de lo presupuestado a comienzos de 2014. De ellos, 9,5 millones se gastaron en el convenio con Sermas y 836.000 euros de gastos de atención primaria. Es por ello que desde hace unos años se ha ido recortando el servicio, primero dejando en el aire el tratamiento de los enfermos más graves y luego recortando las garantías de la atención primaria. Cambios que lógicamente han ido aumentando el descontento de los asociados con su Junta Directiva.
