El Tribunal Supremo ha declarado en varias ocasiones que Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España, no reúne ciertos requisitos de elegibilidad para poder ser el representante de la Enfermería española. El último episodio se conoció el pasado mes de mayo, cuando el Supremo no aceptó como prueba de haber ejercido la enfermería un mínimo de 15 años los documentos facilitados por el Colegio de Enfermería de Córdoba y aportados por el podólogo en el proceso judicial. González Jurado se vio obligado entonces a convocar elecciones y a volcar todos sus esfuerzos en diseñar una estrategia que le permitiese volver a hacerse con la presidencia.
Para que esta situación, que hizo tambalear su régimen presidencialista, no se repita, el máximo representante de la Enfermería ha optado por adaptar los nuevos Estatutos a sus propios intereses. Así, en el artículo 63.2 de los que ya se conocen como ‘Estatutos Mordaza’, puede leerse: ‘El Presidente del Consejo General será elegido entre cualquier colegiado con más de quince años como colegiado […]. La acreditación del cumplimiento de los requisitos establecidos en este apartado se llevará a cabo exclusivamente por medio de certificaciones emitidas por los Colegios provinciales, los Consejos Autonómicos o el Consejo General, según proceda’.
En definitiva, cualquier persona podría presentarse a la Presidencia con el único requisito de estar colegiado. Esta colegiación la acreditaría el propio Colegio provincial, el Consejo Autonómico o el Consejo General. Este artículo sería suficiente para que nada ni nadie volviera a declararle candidato inelegible a Presidente del Consejo General de Enfermería por no cumplir el requisito estatutario de haber trabajado 15 años como enfermero.
Hasta ahora el criterio fijado establecía tres únicas vías para acreditar el ejercicio de una profesión colegiada: contratos laborales, documentos fiscales y documentos de la Seguridad Social. Máximo González Jurado no pudo presentar ni una cosa ni la otra y el Tribunal Supremo dejó sin efecto las elecciones al pleno del Consejo General de Enfermería celebradas en 2011.
Así, además de temas tan delicados como la libertad de expresión, el derecho de crítica al poder y la libre utilización de las redes sociales, este borrador pretende perpetuar el mandato de Máximo González Jurado y acabar con la esperanza de regeneración democrática y participativa que tenían muchos enfermeros con respecto a una organización que lleva más de 20 años presidida por una persona que, según los propios profesionales, ‘ha sumido a la Enfermería en la irrelevancia’.
Desde que el pasado 16 de octubre los Colegios Oficiales de Enfermería recibieran este borrador empezó la cuenta atrás para hacer llegar sus alegaciones. Tras varias semanas de críticas y denuncias por parte de los profesionales de la Enfermería y la Asociación Madrileña de Enfermería, se desconoce si algún Colegio, además del de Navarra y el de Baleares, ha ejercido su derecho a oponerse a determinadas medidas. A partir de hoy quedan ocho días hábiles para evitar que se aprueben unos estatutos que ‘sólo tratan de amordazarnos’.
