Donald Trump sigue sigue animando el escenario político en Estados Unidos. Si hace unos meses el precandidato del partido republicano se enzarzaba de lleno con toda la comunidad de inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, ahora el primer anuncio del empresario para su precampaña tiene como objetivo el pueblo musulmán, para quien Trump pide una prohibición de entrada en el país a raíz de los últimos atentados terroristas. La estrategia de comunicación de Trump, basada en los principios más tradicionalistas estadounidenses, tiene detrás de sí a una joven de 26 años experta en comunicación y relaciones públicas, Hope Hicks.
Donald Trump se ha convertido en el principal aspirante del Partido Republicano, con el apoyo del 27% entre los posibles votantes republicanos de las primarias en todo el país, según datos de la última encuesta publicada en el mes de diciembre por NBC News/Wall Street Journal. El empresario multimillonario ha conseguido una escalada de popularidad sin precedentes en la política norteamericana, con una estrategia de comunicación basada en la polémica y mensajes destinados a calar de lleno en el voto más conservador de la américa republicana. Este verano Trump protagonizaba rompedores titulares en la prensa norteamericana y abría los telediarios de medio mundo a raíz de sus opiniones sobre la política migratoria de los Estados Unidos. Un hecho que, lejos de acabar con su carrera para ganar las primarias republicanas de cara a las próximas elecciones presidenciales en el país, lo ha aupado hacia lo más alto de las encuestas. Su agresiva estrategia de Comunicación tiene la culpa de este liderazgo, gracias a la cual se ha convertido en el representante de la élite capitalista estadounidense.
Después de la polémica con el pueblo latinoamericano y que le valió a Donald Trump una contra-campaña de estrellas de cine y televisión, ahora ha sorprendido con un nuevo y demoledor spot para televisión. En el anuncio Donald Trump pide que se “cierre de manera temporal la entrada de los musulmanes en los EE.UU. hasta que podamos averiguar lo que está pasando”, en relación a los atentados en San Bernardino por Syed Rizwan Farook y Tashfeen Malik, presuntos autores de la matanza y que también aparecen en el spot. Esta pieza forma parte de la primera campaña publicitaria para televisión de Donald Trump y donde repite su polémica afirmación de que debe prohibirse la entrada de los musulmanes en el país. El equipo de comunicación de la campaña de Trump se está gastando 2 millones de dólares a la semana en la difusión de la campaña en medios de comunicación. El spot termina con el claim de la campaña de Trump: “Hacer una América genial otra vez”.
El ascenso de la popularidad de Donald Trump bien podría ser caso de análisis. Lo cierto, y es que a pesar de la polémica, Trump sigue imparable como el principal candidato a la nominación a candidato presidencial por el Partido Republicano, incluso la misma Hillary Clinton se está viendo resentida por el ascenso de Trump. Y es que la ex primera dama y su campaña parecen que no terminan de arrancar entre los demócratas y la sombra de la polémica por los emails que Clinton envió en su época de Secretaria de Estado siguen restándola popularidad, a pesar de contar con la asesora de la actual primera Dama Michelle Obama, Kristina Schake.
El caso del republicano es muy diferente. Pero detrás del éxito de Donald Trump en los medios de comunicación con coberturas informativas más propias de un candidato a la Casa Blanca que de un precandidato a liderar el partido republicano, hay un equipo de comunicación bastante más pequeño de lo que se podría pensar. En concreto, Trump cuenta con una joven experta en comunicación que apenas cuenta con 26 años y que es su mano derecha en la relación con los medios de comunicación y que ostenta el cargo de directora de comunicación. Su nombre es Hope Hicks.
La joven Hicks se maneja como pez en el agua entre el equipo de campaña de Trump, trabajando codo con codo con el director de campaña Corey Lewandowski y otros consejeros del candidato. La relación entre el empresario y la joven directora de comunicación del que podría llegar a ser presidente de los Estados Unidos comenzó en 2012, cuando la firma de comunicación y relaciones públicas para la que daba sus servicios la joven, Hiltzik Strategies, trabajaba para cuentas del imperio de Donald Trump. El pasado agosto Hope Hicks entró en el equipo de Donald Trump y fue él mismo quien la eligió, asegura el Washington Post.
Pero esta joven experta en comunicación no es nueva en el ámbito de la consultoría en relaciones públicas. El padre de Hope Hicks es vicepresidente de comunicación de NFL y anteriormente CEO de la firma Ogilvy Public Relations y el abuelo de la joven, Paul Hicks, fue vicepresidente de comunicación de Texaco.
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