En los últimos días hemos visto cómo los principales directores de los periódicos de nuestro país han debatido sobre el fin del papel y de si ha llegado la hora de apostar por las ediciones digitales en detrimento del clásico papel. El primero en activar públicamente la voz de alarma fue Antonio Caño, director de El País que no tuvo ningún reparo en anunciar que la edición de su periódico en papel tiene fecha de caducidad y que todos sus esfuerzos van a estar dirigidos a su edición digital.
La jornada de ayer hemos conocido cuál es la posición de Luis Enríquez, Consejero Delegado de Vocento que ha querido insistir en el valor añadido que tiene la prensa escrita y en la importancia de no hablar del fin del papel para revalorizar el periodismo: “Me pregunto por qué hay tanto interés por enterrar a los periódicos antes de que mueran. Me pregunto por qué nosotros mismos contribuimos a precipitar esa circunstancia. Me pregunto por qué para acreditarnos como consumados expertos digitales nativos es necesario desconsiderar a los millones de lectores diarios. Que cada día comprenden la realidad a través de nuestros caducos y denostados periódicos”.
En el artículo que él mismo ha firmado bajo el nombre de La otra transición en ABC, el buque insignia de Vocento, Luis Enríquez ha querido lanzar estudiar de manera pormenorizada cuáles son los motivos que han llevado a la prensa a querer dinamitar al papel y no han sabido adaptarse a los cambios como lo han hecho otros sectores –como la televisión o la música-: “He aquí la gran diferencia: los demás sectores en dificultades no sufren de trastorno de la personalidad que les conduce a la automutilación”.
¿Fin del papel? ABC contesta El País y a El Mundo
Sus palabras contestan a las de Antonio Caño, y también a las de David Jiménez, director de El Mundo, quien también quiso presumir de la edición digital de su periódico. Lo hizo en el XVII Congreso de Periodismo Digital de Huesca, donde no dudó en reconocer, que a pesar de tener una edición impresa, El Mundo es un medio digital, y que son los lectores los que han decidido dar de lado el papel y apostar por unos contenidos puramente tecnológicos.
Con estos tres testimonios, el debate está servido. Desde ABC y Vocento han dejado claro su posición y su apuesta por mantener viva su edición más tradicional. En contraposición, desde El Mundo y El País tienen claro el fin del papel y su apuesta sin medida a las ventajas de la era digital. Diferentes visiones para un debate que muchos dan por muerto nada más empezar y en el que muy pocos han puesto el acento en lo realmente importante: las historias y la función sociológica y fiscalizadora del periodismo.
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