Albert Rivera ha dado un paso atrás como portavoz de Ciudadanos. Rivera ha mermado sus apariciones en los medios de comunicación. La última vez que el Presidente de Ciudadanos pisó un plató fue el 8 de marzo en Espejo Público, cediendo el testigo a sus colaboradores más cercanos. El objetivo de su equipo de comunicación es conseguir que la formación naranja deje de depender de la imagen de Rivera, que ha sido clave durante la campaña de las elecciones generales de 2015.
Desde que hace un año Ciudadanos diese el salto a la política nacional, Albert Rivera se ha convertido en su principal valedor e imagen del partido. Precisamente el excesivo peso de Rivera en la formación dejó entrever durante la campaña a las elecciones generales del pasado mes de diciembre las carencias de líderes fuertes dentro del partido, especialmente en el entramado territorial. Las prisas por poner en marcha una estructura de partido político pasaron factura en algunos territorios a la formación naranja y se puso en duda la idoneidad de algunos de los miembros de las listas. Además, Rivera tuvo que hacer frente a una campaña personalista, donde él era la estrella y centro de atención de todas las miradas.
Precisamente ese exceso de peso de responsabilidad fue para muchos el motivo por el que Rivera patinó en algunos momentos clave, como el Debate Decisivo, organizado por Atresmedia con los líderes de PSOE, Podemos, Soraya Sáenz de Santamaría y el mismo Rivera que se mostró nervioso y cansado. Ciudadanos no tenía un recambio como el PP o el PSOE, o incluso Podemos, donde Pablo Iglesias e Íñigo Errejón o Carolina Bascansa supieron copar la atención mediática y balancear la balanza del peso del líder del partido. En el caso de Albert Rivera tuvo que ser él el que tomara las riendas, sin tiempo para hacer campañas de comunicación de otros líderes.
Pues bien, desde hace unas semanas las cosas han cambiado en Ciudadanos respecto a la estrategia en medios de comunicación. Rivera ha reducido sustancialmente sus apariciones en los medios de comunicación, limitándose a comparecencias institucionales y evitando los focos de los platós, menester que ha cedido a los otros líderes del partido.
El día 8 de marzo fue la última vez que Rivera visitó un plató de televisión. Lo hizo en el programa que presenta Susana Grisso en Antena 3, Espejo Público. Después pudimos ver a Rivera en el pleno del Congreso de los Diputados el 15 de marzo, donde atendió a los medios de comunicación en rueda de prensa. Días después se le pudo en las Fallas de Valencia dándose baños de masas y dando algún que otro titular a los reporteros a pie de calle. El día 21 comparecía ante los medios en una rueda de prensa para valorar los pactos tras la reunión de la Ejecutiva Nacional del partido. De nuevo una comparecencia ante todos los medios y con un carácter institucional. Y un día después Rivera comparecía en el Congreso de los Diputados para mostrar su rechazo a los atentados terroristas en Bruselas. Pocos minutos después conectaba en exclusiva con el programa Al Rojo Vivo de LaSexta desde el Congreso.
Quien ahora está delante de los focos de las cámaras de televisión y los micrófonos de radio son los líderes del partido que hasta ahora vivían bajo la sombra de Rivera. BegoñaVillacís, Juan Carlos Girauta, Marta Rivera de la Cruz, Carlos Carrizosa, César Zafra o Fernando de Páramo son algunos de los nombres que inundan ahora los medios de comunicación y que se han convertido en los embajadores del mensaje a la ciudadanía. La estrategia de comunicación de Ciudadanos pasa por relanzar a las otras caras del partido especialmente entre el gran público, que hasta el momento solo se habían quedado con las cara de Albert Rivera. Esta cambio de táctica en los medios de comunicación parece corregir uno de los fallos de la estrategia de comunicación de Ciudadanos durante la campaña de las pasadas elecciones generales.
