La agencia de comunicación Burson Marsteller se ha visto involucrada en el escándalo de los Papeles de Panamá debido a la relación de partner con la agencia panameña Comunicaciones Corporativas, que ha sido la firma encargada de la imagen y relaciones con los medios de comunicación del despacho de abogados Mossack Fonseca. Desde Burson Marsteller se han apresurado en desligarse de cualquier relación entre la agencia y el despacho legal atribuyendo la relación a la agencia panameña Comunicaciones Estratégicas.
El Escándalo de los Papeles de Panamá sigue dando titulares. La filtración de más de 11 millones de documentos de personalidades de todo el mundo que habían contratado los servicios del bufete de abogados Mossack Fonseca con el objetivo de poner en marcha supuestamente actividades financieras “irregulares” ha removido gobiernos, instituciones y empresas de todo el mundo. El gran perjudicado, sin lugar a dudas, en todo este escándalo de los Papeles de Panamá ha sido el despacho Mossack Fonseca. Todo lo que sucede en torno a esta firma legal con sede en Panamá causa revuelo y crea expectación. A finales de la semana pasada diversos medios de comunicación latinoamerianos se hacían eco de la noticia sobre la representación de la firma de abogados. Según diversos medios, la firma de comunicación Burson Marsteller, perteneciente al grupo WPP, habría sido la agencia de comunicación y relaciones públicas que estaba detrás de la firma de abogados de los Papeles de Panamá, Mossack Fonseca.
Desde Burson Marsteller han desmentido a la publicación PRweek cualquier tipo de relación entre la agencia de comunicación y Mossack Fonseca. “A pesar de las informaciones de varios medios de comunicación, la firma de abogados Mossack Fonseca no es cliente de Burson Marsteller”, ha asegurado Catherine Sullivan, responsable de comunicación de la firma a nivel internacional. Sin embargo, la misma fuente ha especificado que “desde 2013 a enero de 2015 Mossack Fonseca contrató los servicios de la agencia Comunicaciones Corporativas”, agencia de comunicación panameña que afiliada de Burson Marsteller en el país. A pesar de esta especificación, lo cierto es que desde el grupo WPP, Comunicación Corporativas opera bajo la marca Burson Marsteller a nivel internacional, por lo que técnicamente, la relación es probada, aunque con matices.
Pocas horas después de que saltase la noticia de la relación entre Burson Marsteller el bufete de los Papeles de Panamá, desde la firma se han afanado en desmentir y aclarar las informaciones. Algunas de las informaciones han sido incluso eliminadas de los medios en los que se publicó, muestra del poder e influencia de la agencia de comunicación.
Esta no es, ni mucho menos, la primera vez que Burson Marsteller se ve salpicada en escándalos de corrupción y mal gobierno. Probadas son las relaciones de la agencia de comunicación y el gobierno de la dictadura argentina en los años 80. Un informe titulado ‘Mejorando la imagen internacional de la Argentina’, y publicado 38 años después del golpe de Estado, comienza con un estudio de opinión encargado por el régimen a Burson Marsteller en los ocho países en los que tenía filiales en el momento: Estados Unidos, Canadá, Japón, el Reino Unido, Bélgica, Holanda, México y Colombia. El objetivo principal de este plan era contrarrestar las denuncias realizadas en el exterior sobre violaciones a los Derechos Humanos.
Pero Burson Marsteller también se ha visto salpicada por otros escándalos, como en el caso de España por las Tarjetas Black de Caja Madrid. El vicepresidente de Burson Marsteller en España, Juan Astorqui, tuvo que abandonar la compañía forzado por la imputación en el caso de las Tarjetas Black. Según las investigaciones policiales, Astorqui habría hecho uso de las tarjetas de crédito opacas al control fiscal que la entidad presidida por Manuel Blesa había proporcionado a sus directivos. Entre los implicados se encontraba el mismo ex director de comunicación de la caja de ahorros, Juan Astorqui.
La comunicación, clave en la gestión de la crisis de los Papeles de Panamá
Los expertos en comunicación consultados por prnoticias aseguran que cualquier empresa se puede ver involucrada en un escándalo de corrupción como el de los Papeles de Panamá en un contexto social tan marcado por la hipersensibilidad informativa. Una buena estrategia de comunicación y saber admitir los errores parecen claves para conseguir restaurar la reputación de escándalos como el de los Papeles de Panamá. Un ejemplo ha sido la gestión de la crisis de comunicación que ha pillado a los hermanos Almodóvar en pleno lanzamiento y estreno de la última cinta de Pedro Almodóvar, Julieta. Según los documentos de los Papeles de Panamá, los hermanos manchegos también habrían solicitado los servicios de la firma para la creación de una sociedad en el extranjero.
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