Ayer asistimos en la sede de Bankia a la 51 Asamblea General de la Asociación Española de Anunciantes (aea) en la que el nuevo Consejo Directivo, designado por aclamación, ante la falta de candidaturas espontáneas, reeligió a Jaime Lobera, que también es director corporativo de Marketing y Ventas en la empresa Campofríoo. Por tanto la directiva de la Asamblea queda encabezada por Jaime Lobera como presidente, Rosa Menéndez de BBVA, (vicepresidenta), LÒreal, Javier López Zafra (vicepresidente económico).
La Asociación además expuso el informe de actividad en el año 2015 en el que presentaron un recurso legal a la concesión de seis canales de TDT y el Tribunal Supremo lo admitió a trámite. Alegaban que el hecho de que los dos principales grupos televisivos tuvieran más canales aumentando su posición de dominio en el mercado, no favorece la calidad del medio, además reivindicaban que ante la falta de competencia los contenidos no se cuidan más, sino más bien al contrario.
En cuanto a la propiedad intelectual y los anuncios en páginas que la violan, están buscando un acuerdo con el impulso estatal para tener conocimiento efectivo que la administración les proporcione y saber qué páginas son ilegales o de contenido ilegal para que los anunciantes tengan conocimiento de a quién están subvencionado. Algo con lo que los defensores del acceso libre a la cultura, se muestran en desacuerdo. Respecto a la “necesaria vuelta de publicidad en rtve”, para que los dos canales más potentes del mercado no aglutinen todo el peso publicitario, han mantenido reuniones con portavoces de grupos parlamentarios y con la propia directiva de rtve.
Se ha echado en falta algún análisis pormenorizado sobre deficiencias del contenido de los anuncios, que actúan como agente socializador, o alguna muestra de preocupación o responsabilidad por los mensajes que se mandan a la sociedad por parte de las marcas, aunque aseguran que en 2015 asistieron a la presentación del nuevo convenio para regular la publicidad en los juguetes. El resultado final del balance económico en el ejercicio anterior arroja -30.074 euros, por lo tanto cierran con ese déficit, tras aplicar el impuesto de sociedades. Además los ingresos financieros no han llegado en este ejercicio a lo esperado, aunque siguen en negociaciones con las entidades bancarias para obtener un mayor rendimiento en sus cuentas.
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