El debate de Supervivientes ha dado para varias polémicas y novedades. La impresionante crisis que sufrió Víctor Sandoval fue una de ellas. Con la moral por los suelos, le decía a Mila que abandonaba el concurso. Sin embargo, se echaba para atrás y explicaba sus energías renovadas: “Esto es muy duro, sobre todo para una persona como yo, urbanita y nada superviviente. Fueron muchas cosas y pensé que no valgo para esto. Voy a pescar, pero no voy a matar el pez”.
Por otro lado, Yurena y Miriam se siguen haciendo compañía en el exilio de Supervivientes. Entre ellas se animan con pensamientos positivos en alto. Mientras ganaban una comida completa respondiendo con aciertos a varias preguntas, también perdían a su compañero de esta semana, Víctor, el indígena local que les estaba enseñando técnicas de supervivencia. La audiencia, consultada desde plató, decidía que Yurena y Miriam volviesen a disfrutar de la compañía de su amigo.
El incidente de la noche venía de la mano de Antonio Tejado. Su madre acudía a plató para defender la lesión de espalda de su hijo, y su abandono del concurso de Supervivientes. Lo que no se esperaba, eran las imágenes que le mostraba la presentadora, en las que aparece Antonio Tejado lanzándose a la piscina del hotel sin ningún problema y haciendo cabriolas en el agua. Lydia Lozano le comentaba a la madre de Tejado que sentía la vergüenza que le estaba haciendo pasar su hijo. “Lo que no entiendo es cómo a mí, la organización, me dice que mi hijo tiene una lesión”, trataba la madre de Tejado de capear el vendaval, entre la indignación de público y colaboradores.
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