Mientras en Francia colea la invasión a sus oficinas en busca de pruebas de evasión fiscal, en Estados Unidos, Google continúa trabajando de cara a mejorar esos los servicios que le han hecho, hoy, ser una máquina de hacer dinero (el cual parece que le va a hacer falta en un futuro próximo). Entre los cambios que se barajan se encuentran, gracias al crecimiento del móvil como herramienta de búsqueda (más de la mitad provienen de él y un tercio se relacionan con la ubicación), los previstos en AdWords, con el objetivo de mejorar la publicidad en estos dispositivos tan “de moda”.
Unos cambios que variaran tanto la forma en la que las marcas muestran sus productos como la que tenemos los clientes de percibirlos. Esto incluye, como mayor novedad, al servicio de mapas (que consumen más de mil millones de personas). En él, y con la actualización en marcha, Google te irá mostrando, con la mayor asiduidad posible, anuncios de las diferentes marcas que dejes a tu paso (todos acompañados con un icono morado, que suple al de ‘AD’ de la versión web). Además, no ignorará a las empresas locales, y les ofrecerá la publicación de un logo en esta misma app de mapas. Con todo, cuando hagamos ‘clic’ en uno de ellos, se extenderá un desplegable con información de la marca así como un camino más sencillo para llegar a ella.
Para que Google las reconozca, y con ello puedan usar este servicio, las compañías han de habilitar la extensión relativa a la ubicación en Adwords. Además, deberán actualizar su ficha de Google My Business e indicar la posición exacta en la que la publicidad debe aparecer. Por último, tendrán que atribuir una serie de palabras clave para relacionar las campañas con la ubicación adjudicada. Así, y gracias a este modelo, la tecnológica tratará de rentabilizar la plataforma, algo que no ha hecho en los últimos años y que podría ayudarle a pagar las cuantiosas multas que se le avecinan.
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