Varios clientes de Farmacias Trébol lamentan que han sido objeto de publicidad engañosa, que les venden productos con el código de barras tachado o tapado que originariamente han llegado de los laboratorios como packs indivisibles y que reciben un trato “chulesco” y “prepotente” ante la más mínima reclamación. Estos testimonios y las pruebas recabadas por prnoticias nada tienen que ver con las afirmaciones que hace unos días lanzaba Mónica Villares López.
La gerente de Farmacias Trébol pretendía defenderse del artículo publicado por prnoticias: “Siete presuntas ilegalidades que comete Farmacias Trébol ante las narices del Consejo de Farmacéuticos”. Mónica Villares escribía: “Lo que más nos importa es el cliente y su problema, y el lema fundamental es: el CLIENTE ES NUESTRO JEFE Y HEMOS DE ESCUCHARLE Y ATENDERLE EN TODO lo mejor posible, PARA LLEGAR A SU MÁXIMO NIVEL DE SATISFACCIÓN. Para el, SU SALUD ES LO PRIMERO y para nosotros TAMBIÉN. Nos preocupa tanto su satisfacción, que por ello ponemos un MISTERY SHOPPER”.
¿La satisfacción del cliente? El equipo de investigación de prnoticias ha encontrado pruebas concluyentes de cómo los responsables de las farmacias del Grupo Trébol “toman por tontos” a sus clientes. Al menos así lo asegura una consumidora que se vio en la obligación de pedir la hoja de reclamaciones en la farmacia Trébol de la calle Orense de Madrid. El motivo de su disgusto tiene que ver con la última compra que realizó en este establecimiento coordinado por la farmacéutica Verónica Avilés.
El “truco” de Trébol para sacar su propio beneficio de los packs 2×1
A finales del pasado mes de mayo, la clienta, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, adquirió cuatro cajas de pastillas para potenciar el bronceado de la marca Innovage (Uriach). Sin embargo, cuando llegó a casa se dio cuenta de que dos de las cajas tenían el código de barras tachado. A esta técnica o a la ocultación del código de barras mediante pegatina recurren los fabricantes cuando, debido a una oferta o promoción, quieren evitar que los lectores de las cajas reconozcan el artículo en cuestión y el consumidor asuma el coste del mismo. En este caso, se trataba de un pack 2×1. Idéntica promoción la hemos encontrado en El Corte Inglés. Aparece en un paquete inseparable como se puede ver en la fotografía superior.
Para evitar conflictos, la clienta se dirigió a la farmacia Trébol de la calle Orense número 33 e informó sobre lo ocurrido. “La dueña de la farmacia me dijo que podían venderlo así, que habían tachado el código porque no pasaba por el lector (encima tomándome por tonta)”, detalla la clienta. Esta persona asegura a prnoticias que en la farmacia Trébol consiguieron persuadirla en un primer momento para que no pusiera una reclamación argumentando que la culpa era del propio laboratorio, “que sirvió mal las cajas”. Sin embargo, estas aclaraciones no convencieron a la afectada. La clienta no solo rechazó que le cambiaran las cajas, sino que volvió nuevamente al establecimiento a interponer la reclamación de consumo. En dicho texto califica el suceso de “estafa”.
“Me da mucha pena tener que haberles puesto una hoja de reclamaciones porque es mi farmacia de toda la vida. Y la de mis padres también. Pero el cambio de dueños ha sido su ruina. Desde hace poco más de tres años, los clientes nos sentimos estafados y ninguneados por ese trato chulesco y prepotente con el que nos atienden cuando necesitamos un consejo”. Así resumía su frustración a prnoticias esta clienta.
¿Quién tiene la culpa del “error”? ¿Uriach? ¿Chicco?
El director de Comunicación de dicho laboratorio, Oriol Giménez, subraya que el único caso en el que el producto aparece con el código de barras tachado es cuando se sirve como pack duplo: “Nunca tachamos el código de barras cuando vendemos las cajas por separado. En los packs duplo aparecen dos cajas juntas y una de ellas va con el código de barras tachado para que no se pueda vender sin constituir un pack”. El portavoz de Uriach lamenta: “En el caso de separar el pack duplo, es la farmacia la que se beneficia de la promoción que le llega del laboratorio y no el paciente”. Sin embargo, en este caso la farmacia no resultó beneficiada. “A raíz de la denuncia de esta consumidora, el laboratorio procedió a retirar todos los packs que aparecían con el código de barras tachado”, comunica Oriol Giménez.
Este producto de Uriach no es el único que hemos encontrado en una farmacia Trébol con el código de barras tapado o tachado. Tras recibir la reclamación de esta clienta, un redactor de prnoticias se personó en una farmacia Trébol para comprobar que el fenómeno no era exclusivo de las pastillas de Laboratorios Uriach para acelerar el bronceado. Sin revisar demasiados productos para no levantar sospecha entre los empleados, descubrió que el “error” se había contagiado a un producto de la marca Chicco. No todas, sino algunas de las cajas de la crema “Frío y viento” aparecen con el código de barras oculto por una pegatina blanca en la que aparece impreso el número de lote.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha asegurado no dar crédito a que tremendo escándalo pase desapercibido para las autoridades competentes: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. “Vender productos con código de barras tachado o que vienen retractilados para venderlos como una oferta es ilegal porque no solo perjudica al consumidor. También es competencia desleal para otros farmacéuticos y perjudica seriamente a la reputación del laboratorio”. El portavoz de la OCU insta a denunciar estos casos ante la Oficina Municipal de Información al Consumidor del Ayuntamiento de Madrid. Si la justicia termina dando la razón a quien denuncie esta presunta estafa, el Grupo Trébol se enfrentaría a una multa de 60.000 euros. Por no mencionar las medidas que pueda tomar al respecto el Tribual de la Competencia…
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