Ni la sentencia del Caso Nóos, ni los líos de cama del Rey Emérito a lo largo de la historia, han amedrentado a Casa Real, que ha visto impasible cómo la ‘herencia recibida’ salpicaba de nuevo a la imagen de la Corona. Sin embargo, esta vez Felipe VI y su director de comunicación, Jordi Gutiérrez, no han utilizado viejas artimañas de la casa como llamadas disuasorias a la prensa o peticiones de favores. Felipe VI y su esposa Doña Letizia no han parado su agenda en las últimas semanas, incluso se ha intensificado con una mayor presencia de los Reyes Eméritos, mostrando una imagen de unidad muy difícil de disimular. Felipe VI sigue confiando en su director de comunicación a pesar de la escasa relación con la prensa de este departamento y que por consiguiente ha traído la pérdida de trato de favor de la Casa Real y sus miembros en los medios.
La noticia de la sentencia del denominado ‘caso Nóos’ por el que la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca ha condenado a Iñaki Urdangarín a 6 años y 3 meses de cárcel por prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y 2 delitos fiscales y ha absuelto a la Infanta Elena con una multa, era el último de los escándalos que ha vivido la Casa Real en los últimos años. De este modo, se cierra un ciclo donde los integrantes de la Familia Real siguen siendo objeto del escrutinio público. Tampoco ha sido fácil para la Casa Real gestionar la crisis del caso Bárbara Rey, donde de nuevo, los líos de faldas del Rey Emérito Don Juan Carlos, eran utilizados por prensa, policía y televisiones para resarcirse -cada uno a su manera- del poder casi hegemónico que durante décadas ostentó el Rey Don Juan Carlos y que fue disimulado por sus jefes de cámara. Especial defensa del Rey emérito hay que agradecer en estos malos tiempos a Javier Ayuso, último director de comunicación de la Casa Real y que ya aguantó “como pudo” los últimos coletazos de la decadencia del Rey Emérito en el poder y su mala imagen ante la prensa.
Desde la llegada de Felipe VI al poder en 2014, la comunicación de la Casa Real pasó a depender del periodista Jordi Gutiérrez que ya había trabajado durante 16 años (de 1993 a 2009) como número dos en el departamento de prensa de la Casa Real. Después desempeñó las funciones de dircom de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) para volver a las órdenes de Felipe VI cuando fue coronado. Gutiérrez estuvo en los momentos clave del traspaso de poderes del Rey Emérito a su hijo, y fue cómplice durante uno de los momentos donde el Rey tuvo que enfrentarse de frente a la opinión pública, su compromiso con la noruega Eva Sannum. En aquel momento la estrategia de comunicación del por entonces Príncipe de Asturias fue la de transparencia con la prensa del sector, incluso algunos periodistas confiesan la extrema sinceridad con la que el monarca trasladó a muchos periodistas el estado de su relación con la modelo. Jordi Gutiérrez estuvo al lado de Felipe VI en estos momentos y entendió que la política de comunicación si el príncipe llegaba al poder sería muy diferente a los correveidiles de Don Juan Carlos. Quizás por ese motivo Gutiérrez aceptó el encargo de dirigir la comunicación de la Casa Real y volver a Palacio tras el tumulto de los últimos años del reinado del Rey Emérito.
Sin embargo, aunque Gutiérrez ha gozado de la simpatía del Rey Don Felipe, la falta de sintonía entre el director de comunicación y los principales nombres de la prensa de España han resentido notablemente la imagen de la Corona a raíz de los escándalos que llevan años acuciando a la Familia Real. Ni siquiera Javier Ayuso, ahora director adjunto de El País tras su salida de la Casa Real, se ha atrevido a defender de manera tácita el comportamiento del Rey Emérito en la polémica suscitada a raíz del Caso Bárbara Rey y del que todos los medios de comunicación han dado cuenta sin el pudor de años anteriores ni miedo a las represalias. Porque la comunicación de Casa Real ya no ejerce presión en la prensa. Ni para bien ni para mal, lamentan muchos cercanos. Y la culpa de eso la tiene un Jordi Gutiérrez, que ha apostado por una estrategia de comunicación diferente, aunque puesta en cuestión en más de una ocasión por el Rey Felipe VI.
En estos últimos días, sabiendo que se iba a producir la sentencia del Caso Nóos, la agenda de la Familia Real –la actual– se ha intensificado, en un intento imposible por contraprogramar la retransmisión de la sentencia del caso Nóos. El mismo día de la sentencia Don Felipe y Doña Letizia inauguraron con el Presidente de Hungría, János Áder, la muestra “Obras maestras de Budapest” en el museo Thyssen. Días después la apretada agenda a continuado con la visita del Rey de la Academia General Militar de Zaragoza con motivo del acto conmemorativo del 75º aniversario o el acto de entrega de la Medalla de Oro del Círculo del Liceo a la Reina Emérita Doña Sofía “por su constante apoyo a las artes” en Barcelona. El distanciamiento entre los Reyes Don Felipe y Doña Letizia con los Duques de Palma es más que evidente. Igual distanciamiento es evidente entre los Reyes Eméritos Don Juan Carlos y Doña Sofía.
El dircom de Felipe VI, Jordi Gutiérrez -periodista de formación- antes de trabajar para la Casa Real inició en 1977 su carrera profesional como periodista, especializado en información política e institucional desarrollada en prensa escrita, radio y televisión en distintos medios: El Noticiero Universal, Radio Nacional de España en Cataluña, Televisión Española en Cataluña, Cadena Catalana de Radio, diario AVUI y durante nueve años Delegado de la cadena autonómica catalana TV3 en Madrid.
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