Para poder aplicar convenientemente la inteligencia de negocio, debemos tener muy claro que la base es la planificación y la estrategia que hay detrás. Por ello es muy importante tener la capa técnica como apoyo y no como finalidad.

La estrategia surge de los objetivos de negocio y esto ha supuesto un gran cambio en la manera de actuar en las empresas, pasar de almacenar teras y teras de datos en diversos sistemas a realmente entender qué necesito y para qué e incluso cómo lo necesito. El partir de este punto ayuda a centrarnos y a hacer las cosas bien.

Todo cambia muy deprisa, sobre todo en los negocios que tienen una parte (o son todo) online. Hace tiempo los analistas nos basábamos únicamente en lo que hacía el usuario en el entorno que poníamos a su disposición. Esto ya es historia, hemos dado un paso adelante y ahora la estrategia viene desde antes de que el usuario se interese en nosotros hasta que nos ha dejado. Por lo que planificar de antemano qué necesito en cada etapa del funnel de conversión se convierte en una necesidad ANTES de medir y analizar.

Obviamente las herramientas han evolucionado. El problema es que están hechas para un objetivo y no se puede forzar a que sirvan para otro, por lo que la planificación ha de tener en cuenta no solamente los datos sino también la tecnología que vamos a utilizar y que va a evolucionar con nosotros.

Modelar el dato para que el entorno de trabajo lo tenga todo orientado al negocio y que todas las piezas encajen convenientemente. No ha de tener un coste muy alto, se puede empezar por una BBDD con los datos que se necesitan y luego ya ir creciendo tanto en tecnología como en la parte de negocio.

Las herramientas al final vienen solas, lo que necesitamos es una buena estrategia de qué quiero conseguir desde negocio para poder crecer y evolucionar.

Seguiremos informando…