Gonzalo de Castro vuelve a la televisión. El actor protagoniza Matar al padre, la nueva ficción de Movistar+ que se lanza este viernes 25 de mayo, y ha charlado con prnoticias acerca de este nuevo proyecto, el panorama televisivo actual, sus recuerdos familiares o la importancia de la educación en la sociedad, entre otros temas.
Gonzalo interpreta a Jacobo Vidal, “un hombre que ha comprado todos los miedos del mundo y tiene la certeza de que el mundo es hostil y, por tanto, hay que protegerse”, según sus palabras. “Cree que la razón está siempre de su parte, lo que le convierte en una persona déspota, díscola y autoritaria, un tipo con muy pocas herramientas emocionales”, añade. Pese a ser “un buen tipo”, el actor explica que Jacobo “tiene una avería, no sabe gestionar sus emociones y se siente permanentemente amenazado, lo que se traduce en una sobreprotección hacia sus hijos, convirtiéndoles en dos auténticos fracasados”.
Para prepararse el personaje, no ha tenido que buscar mucho. “No hace falta irse tan lejos, solo hay que ser hijo de alguien”, indica, asegurando haber sido “hijo de un hombre parecido a Jacobo”. “Yo solamente he tenido que leer mucho el guion y, después, me senté un día con mi hermana Eva, que es la única de los ochos hermanos que somos que tiene fotos familiares. Mi padre era un hombre autoritario que tenía una masculinidad en la que ser padre era ser hombre, no daba besos y siempre estaba distanciado. Me he preparado el papel zambulléndome en mis recuerdos”, asevera.
La educación es uno de los temas en torno a los que gira la serie. “Estamos en un país donde la educación no se protege, al contrario que los países del norte de Europa. En España, ya no quiere estudiar ni Cristo, se están quitando a la gente de en medio”, asevera. Este aspecto preocupa enormemente al intérprete, que lamenta que haya “mucha gente joven muy primaria, desinformada y analfabeta”. “Francamente, vamos hacia atrás y dentro de 30 años, España va a ser un pueblo de camareros y de gente muy mal formada, con todo el respeto del mundo”, remata.
“Yo no soy padre pero no hace falta serlo para tener un juicio sobre ello y las cosas no han cambiado absolutamente nada, incluso han empeorado”, apunta Gonzalo de Castro, que advierte que “vamos hacia una sociedad desconectada, el problema reside en la desconexión, en la no comunicación”. “La sobreprotección lleva a que los jóvenes estén dislocados en cuanto a un crecimiento. Les estamos robando algo fundamental como el asombro y la sorpresa”, añade.
Con respecto al rodaje de la serie, Gonzalo de Castro asegura estar “emocionado” pese a su dureza. “Hay una cosa muy femenina de la serie que me gusta mucho y es que han sido dos mujeres guionistas las que han contado, a través de los ojos de un hombre, la historia de una familia pequeña. Es una historia muy universal, al fin y al cabo, la familia es donde la vida se ensaya”, explica.
“Hay que quitar los postigos de las puertas para que entren las mujeres”
Mar Coll, directora de Matar al padre, es la primera mujer en comandar un proyecto de ficción en Movistar+, algo que indica que las mujeres aún no han tienen las cosas muy difíciles en el mundo audiovisual. “Hay que quitar los postigos de las puertas y que entren a raudales, nos estamos perdiendo la mitad de la sensibilidad de un país”,
Tras una larga carrera en la televisión en abierto, de Castro se ha pasado al pago. “La cantera de trabajo que está creando Movistar+ es magnífica, ojalá sigan apostando por la ficción arriesgada”, afirma, asegurando que la clave de la plataforma es que “trata al espectador como un ser inteligente y no como un bobo”.
El boom que está viviendo la ficción televisiva en los últimos años ha derivado en una explosión seriéfila en la industria española. “Se nos llena la boca con las series americanas y está muy bien que Movistar+ haya dado un paso al frente diciendo ‘vamos a hacer la ficción que nos merecemos’”, explica, asegurando que la plataforma “tiene la pasta, el poder y las ganas” para ello. “Bienvenidos sean, yo feliz”, concluye.
Así es Matar al padre, el regreso de Gonzalo de Castro a la televisión
Matar al padre es una miniserie de cuatro capítulos, cada uno situado en un año diferente, que narra varios momentos de la vida de Jacobo Vidal y su familia. La ficción comienza en 1996, en la feliz Barcelona post-olímpica en la que habita Jacobo, abogado de profesión, hombre despótico y autoritario determinado a controlar todos los aspectos de su existencia y la de sus hijos, Tomás y Valeria.
Padre obsesivo y disfuncional, no duda en doblegar cualquier obstáculo que se interponga en el bienestar de su familia para encajarlo a la fuerza en su propia visión del mundo, convirtiendo a sus hijos en víctimas de un exceso de amor paterno. Pero la vida es imprevisible y dieciséis años después, en plena crisis económica mundial, Jacobo comprueba perplejo cómo su vida no se corresponde con lo que él había planeado.
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