Si por algo se ha caracterizado el gobierno de Mariano Rajoy en Comunicación ha sido por su más que cuestionable estrategia. Carmen Martínez Castro, la Secretaria de Estado de Comunicación del ya ex presidente hizo del silencio su principal herramienta: plasmas, ruedas de prensa sin preguntas, etc. han sido la tónica habitual del gobierno saliente. Ahora, Pedro Sánchez y su futura Secretaria de Estado de Comunicación deberán enfrentarse a los siguientes retos en materia de Comunicación.
Legitimar su llegada
Pedro Sánchez y sus ministros deberán poner toda la carne en el asador para legitimar su llegada a la presidencia del Gobierno. Desde la derecha parlamentaria se está haciendo un gran esfuerzo para señalar que las formas de Sánchez no han sido las correctas. Ciudadanos es quizás el partido más beligerante, que considera que deben ser los españoles los que decidan al nuevo Gobierno con su voto en las urnas.
Por su parte, desde los partidos que han apoyado la moción de censura, se hace hincapié en que la aritmética parlamentaria permite la llegada de un presidente al Gobierno mediante esas vías. La moción de censura es una vía tan legítima como cualquier otra. Aquí se abre la eterna pugna entre legalidad y legitimidad. Un espacio en el que la Comunicación de contrarios y favorables a la moción deberá librar una batalla que se aventura encarnizada.
Cataluña
Si Pedro Sánchez es presidente del Gobierno hoy es por el apoyo directo de los partidos independentistas catalanes, además de por el voto del PNV. PDeCAT y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han dado su voto favorable a Pedro Sánchez. Esto supuso no solo un reto para los socialistas, sino que también lo fue para los partidos independentistas, que vieron como el PSOE avalaba la puesta en marcha del artículo 155 en su Comunidad. A este respecto, Rufián justificó su apoyo señalando que sacar a Rajoy del Gobierno no era una opción sino “una obligación”.
Echar a ladrones y carceleros de Moncloa no es una opción, es una obligación. pic.twitter.com/x48jQWsK5m
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 30 de mayo de 2018
Es en este argumento en el que Sánchez se mueve también. Según el actual presidente esta alianza estratégica con los independentistas era necesaria para echar a Rajoy, sin embargo contar esto los votantes resultará una empresa delicada. De la misma manera, el reto de Sánchez en este asunto no pasa solo por convencer a sus votantes, sino establecer líneas de comunicación con los propios partidos independentistas, una tarea en la que el anterior Gobierno fracasó.
Medios de comunicación
Los periodistas, sobre todo los parlamentarios, han sido muy críticos con el Gobierno de Rajoy al considerar que durante sus legislaturas les ha resultado francamente difícil realizar sus funciones. La periodista Ana Pastor reflejaba su descontento en las redes sociales criticado la enorme presencia policial que impedía el libre ejercicio de sus funciones el día que se votaba la moción de censura. Con Pedro Sánchez, los periodistas de RTVE han visto también la posibilidad de que sus peticiones sean escuchadas, puesto que el líder de los socialistas se ha mostrado favorable a sus reivindicaciones desde el principio. Queda por ver si Sánchez y su Ejecutivo son capaces de superar los retos.
Seguiremos informando…
