Ana Rosa Quintana se despide este viernes de las mañanas de Telecinco… pero solo hasta después del verano. La comunicadora cierra una temporada que ha tenido de todo: exclusivas sonadas, cambio de productora, buenas audiencias… “Ha sido apasionante. No recuerdo una temporada con tanto vigor informativo”, asegura la presentadora, que se muestra exultante mientras repasa el balance del año.
El programa de AR vivió un momento delicado a finales del año pasado, cuando su producción dejó de ser responsabilidad de Cuarzo para pasar a manos Unicorn Contents, la nueva productor de Xelo Montesinos. Quintana destaca que el nuevo equipo es “buenísimo”, apuntando que el mejor dato se ha conseguido de enero a junio. La comunicadora señala que la razón de esta subida es que “ha entrado gente nueva que ha aportado otras cosas y ha refrescado el espacio”, para después alabar a los trabajadores de la anterior etapa.
¿Hubiera seguido realizando el programa si la productora que sustituyó a Cuarzo no hubiera tenido a parte del equipo con el que ya había trabajado? La respuesta es clara: “Teniendo en cuenta que tengo contrato con la cadena, lo hubiera hecho pero, ¿cómo se llama este programa? A estas alturas, ya nadie me va a decir lo que tengo que decir”.
“Me da mucha pereza estar disculpándome por tener éxito”
Durante los últimos días, Ana Rosa ha saltado a primera línea de actualidad después de que la víctima de La Manada eligiese su programa para emitir un “manifiesto”, nombre que utiliza la presentadora para referirse a la carta. Quintana compara su caso al de Ana Orantes, dado que se trata de “un suceso que se ha convertido en un símbolo”. “Las mujeres están muy hartas de callarse, de avergonzarse porque han sido violadas, de la que se las culpabilice”, remarca.
Cuestionada acerca de la razón por la que la joven escogió El programa de AR, la periodista cree que esta decisión tiene tres razones: “tenemos credibilidad, tenemos sensibilidad y siempre defendemos los temas de mujeres. “Durante el 8M, este fue el único programa que no se produjo ese día, que no me marché yo y lo produjeron hombres”, recuerda, para acabar rematando su argumentación con una perla: “Llegado este momento de mi vida, me da mucha pereza estar disculpándome por tener éxito”.
En los últimos días, muchos usuarios de Twitter han especulado con la posibilidad de que algún programa de televisión estuviera interesado en entrevistar a La Manada. Ana Rosa califica este rumor de “bulo” y no duda en ser dura con aquellos que lo han propagado. “Me indignó como mujer, periodista y feminista porque entiendo que es interesado”, asevera.
“Guste o no, nos hemos convertido en referente informativo”
Tras el nombramiento y posterior dimisión de Màxim Huerta, excompañero suyo, es inevitable preguntar a la presentadora acerca de su opinión. “Hizo bien en dimitir porque estamos hartos de ver a políticos que les ocurre una cosa similar, dejan la bola crecer y se pasan semanas sufriendo para acabar teniendo que dimitir, es mucho mejor evitar todo eso”, explica, desvelando que, desde la polémica, no han hablado “pero sí nos hemos mensajeado”.
Ante la posibilidad de incorporarse a la política, Ana Rosa no tiene ninguna duda de su postura. “Si me hubieran llamado Sánchez o Rajoy, se lo hubiera agradecido pero no tengo ningún interés en entrar en política”, confesando que, en alguna ocasión, había recibido un ofrecimiento informal para ello.
Otro de los temas candentes durante la temporada ha sido la situación política en Cataluña. Tras desvelar en exclusiva los mensajes del expresident, la comunicadora tiene claro que “Puigdemont no me quiere”. “Pero yo tampoco a él”, puntualiza, con una sonrisa. Quintana se muestra muy crítica con la actitud de los líderes independentistas, a los que acusa de “provocar una división en la sociedad catalana por algo que sabían que no era posible, me parece que instrumentalizaron a la gente”.
En una temporada donde algunas de las exclusivas informativas más importantes han venido de la televisión, la presentadora cree que sigue habiendo “menosprecio” hacia la televisión por parte de algunos sectores de la prensa y la radio. “La cuestión es que, les guste o no, nos hemos convertido en referente informativo”, remata.
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