Alfonso Arús desembarcó el pasado lunes 3 de septiembre en las mañanas de laSexta con el objetivo de “que el espectador tenga la sensación de que la única cadena que abre de verdad a las 7:30 horas es laSexta”. De esta manera, el canal de Atresmedia decidía reforzar su franja más débil con un formato de éxito en Cataluña durante más de década y media.
Este ‘humorning’, tal y como lo tildó su presentador, sustituyó a las reposiciones de ¿Quién vive ahí? y Las primeras 48 horas, espacios que, si bien eran baratos, reportaban a la cadena una audiencia residual. Con el fichaje de Arús, laSexta buscó crear un tándem potente junto a Antonio García Ferreras y, además, poder presumir de ser el canal que más horas consecutivas emitía en directo.
Una semana después de su estreno, las sensaciones son mayoritariamente positivas. Arusitys aterrizó en laSexta con un 5,5% de share y 130.000 espectadores. En su segunda entrega, emitida el martes 4 de septiembre, el espacio de entretenimiento marcó su máximo, creciendo hasta el 5,9% de cuota y 159.000 televidentes.
Al día siguiente, el programa bajó hasta el 5,6% de share y 150.000 seguidores, mientras que el jueves 6, el formato anotó un 5,5% de cuota de pantalla y 138.000 fieles. El viernes no le sentó bien a Arusitys, que cerró la semana descendiendo hasta el 4,3% y 101.000 espectadores.
Si se comparan estos datos de audiencia con los obtenidos por ¿Quién vive ahí? y Las primeras 48 horas, la conclusión es clara: Arusitys ha mejorado notablemente los registros de estos espacios (que se movían en torno al 3%), además de reforzar la imagen de laSexta y potenciar la producción propia de la cadena.
Pero hay que relativizar la positividad, ya que estos números están bien para ser la primera semana pero Arusitys debe aspirar a cotas más altas. Sumar televidentes y recortar distancia con ‘Los desayunos’, que también está viviendo una fase de pruebas, tiene que ser el reto a medio plazo. En definitiva, una vez se asiente el programa y todo esté realmente engrasado, el espacio debería crecer paulatinamente, ya que posee suficientes mimbres como para enganchar al espectador y afianzarse como una alternativa sólida a los informativos matinales.
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