OT 2018 ya es historia. Anoche, pasada la una de la madrugada, Famous se alzó como el vencedor de la edición, desbancando a Alba y Natalia, que obtuvieron el segundo y el tercer puesto, respectivamente. La temporada llega a su fin firmando un 16,4% de share y 1.956.000 espectadores de media, lo que supone una caída de 3,3 puntos y 593.000 televidentes con respecto a OT 2017.
El concurso comenzó con un 20,5% de cuota de pantalla y 2.321.000 televidentes. Tras este buen inicio, el programa experimentó una ligera (y lógica) bajada, cayendo hasta el 16,6% de share y 2.102.000 espectadores en su Gala 1. Las sensaciones comenzaron a empeorar con la Gala 2, en la que fue expulsado Alfonso. Los datos continuaron descendiendo y el talent perdió 227.000 fieles en solo una semana, caída que se ampliaba hasta los 4,7 puntos y 446.000 espectadores desde el estreno.
Tras el ligero repunte que vivió el espacio en la Gala 3, última entrega en la que logró rebasar la barrera de los dos millones de televidentes y del 17% de cuota, OT 2018 se estancó y ni una cascada de polémicas y actuaciones destacables consiguió remontar los registros. A partir de ese momento, el programa se sumió en una espiral de momentos controvertidos que fueron determinantes para espantar al público ajeno al formato que se acercó durante la anterior edición.
El concurso marcó su mínimo de temporada con la Gala 6, que supuso la expulsión de Damion, anotando un 14,4% de share y 1.742.000 fieles, lo que se traduce en 3,4 puntos y 396.000 seguidores menos que en la misma entrega de OT 2017. Pese a esta tendencia, TVE esperaba que los datos crecieran con la llegada de la recta final del talent, un deseo que quedó lejos de convertirse en realidad.
Incapaz de remontar los registros de audiencia en la recta final
La elección de los dos primeros finalistas, que tuvo lugar en la Gala 11, se tuvo que conformar con un 15,3% de cuota y 1.888.000 espectadores, cosechando uno de los peores datos de la edición. Pero la cuesta abajo no finalizó ahí, ya que la semifinal, que se disputó siete días después, ahondó en la herida y marcó un 15,4% de share y 1.778.000 televidentes, el segundo peor dato de la temporada.
La final supuso un pequeño respiro para el programa aunque se quedó lejos de última entrega de OT 2017. La ajustada proclamación de Famous como vencedor firmó un 19,4% de cuota y 2.231.000 espectadores frente al 30,8% de share y 3.925.000 seguidores que obtuvo la coronación de Amaia.
Pero OT 2018 no puede ser considerado como un fracaso. Pese a no estar a la altura de las expectativas que se creó una gran parte del público, el concurso ha dejado grandes interpretaciones y ha logrado mantener el fenómeno fan dentro del target juvenil, que se ha consolidado como el verdadero motor del programa. Además, ha conseguido liderar en más de la mitad de sus entregas y ha retenido a gran parte del público en las plataformas, uno de los pilares básicos de esta nueva etapa del formato.
Atrás queda una temporada en el que las polémicas han eclipsado la calidad vocal de los diferentes concursantes. Pero más allá de esta situación, el programa debe replantearse seriamente su futuro para conseguir crear un evento con cada nueva edición, algo que no ha conseguido plenamente con OT 2018. Por el momento, toca disfrutar de la preselección para Eurovisión y de la gira de conciertos… el resto, solo el tiempo lo dirá.
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