Durante los últimos días, el conflicto del taxi con las VTC ha demostrado lo rápido que puede evolucionar un sector gracias a la tecnología. Así, el desarrollo de una aplicación con los actores externos adecuados ha podido cambiar por completo el servicio del transporte público en las ciudades y cómo era desarrollado hasta ahora. Éste podría ser un hecho aislado, pero hace unos meses, en noviembre, comentábamos la unión de El Corte Ingles con Alibaba para crecer de la mano y crear una sinergia que permitiera aumentar el volumen de negocio de ambos; uno, aprovechando la tecnología desarrollada por el otro, y el otro creando un vínculo con un actor clave en el comercio en Europa.
La firma Grayling señalaba entre sus tendencias para 2019 lo que denominaba como “Asociaciones beneficiosas”, epígrafe en el que describía que las marcas “se vuelven más poderosas en compañía”. Parece que, en el sector del transporte, Renfe ha comprendido perfectamente la necesidad de encontrar aliados para lograr aumentar su volumen de negocio gracias a poder ofrecer a sus clientes nuevos servicios y/o experiencias a través de otras compañías.
Así, aunque parezca claro que el tren debe competir con el avión o el autobús como medio de transporte dentro de la península, los responsables de Renfe han decidido aprovechar el entorno de Fitur para firmar alianzas con algunos de sus ‘competidores’. Todo ello, encaminado a ofrecer a sus usuarios un valor añadido. De esta forma, han querido potenciar la intermodalidad en el transporte sellando alianzas con Iberia, Alsa, Grupo Avanza, Balearia… Éstas, permitirán a sus clientes combinar el trayecto en tren con el avión, el autobús y hasta el barco merced a unos acuerdos en el que todas las partes saldrán ganando porque, presumiblemente, servirán para aumentar el número de clientes.{wbamp-show start}
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El acuerdo entre Renfe e Iberia era firmado por el director comercial de Iberia, Marco Sansavini, y el director de Marketing de Renfe, Manuel Sempere. Éste permite ampliar el servicio a otras nueve ciudades y ofrecer al usuario un precio inferior. En el caso de los pactos alcanzados con las compañías de autobús, el objetivo es lograr extender la oferta hacia aquellos destinos que no se pueden alcanzar por ferrocarril mediante conexiones que optimizan al máximo los tiempos de viaje.
Así, parece que la disputa comercial entre las compañías de los diferentes tipos de transporte, como el rifirrafe que contamos entre los directivos de Renfe e Iberia, deben tender a desaparecer para lograr que las firmas sean complementarias e impulsen el sector del transporte ofreciendo al usuario un mejor servicio.
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