Los candidatos a la presidencia del Gobierno tocaron diversos temas en el debate electoral celebrado en la televisión pública, desde Cataluña hasta la sanidad pasando por el paro o la corrupción. Entre estos, y casi de refilón, también se habló del tan manido asunto de ‘las cloacas del estado’; fue el líder de Podemos y candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quien hizo referencia al asunto aludiendo a un responsable de comunicación del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Iglesias puso sobre la mesa ‘las cloacas del estado’ y señaló que “el silencio del resto de formaciones políticas ante algo que nos ha afectado a nosotros, pero que podría afectar a cualquiera, es algo problemático para nuestra democracia”. Asimismo, acusó a Sánchez de votar contra la comparecencia de Villarejo, uniendo sus votos a Partido Popular y Ciudadanos.
En todo caso, la acusación acabó personificándose en el que fuera miembro del equipo de comunicación de Pedro Sánchez hasta hace apenas unas semanas. Iglesias, atento a las palabras del resto de interlocutores, indicaba que “señalaba Pedro Sánchez la imputación de un dirigente del Partido Popular” y le recordaba “bueno, también está imputado el que fuera número dos de Moncloa y esto hay que explicarlo. No sé puede decir que se han limpiado las cloacas y que el número dos de Moncloa, según publicaba la Cadena Ser, entregaba a Villarejo una tarjeta de móvil con información personal de una dirigente de Podemos”.
El todavía Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le replicó indicando que “las cloacas del estado se fueron por el desagüe de la moción de censura”, a lo que Iglesias le respondió preguntándole: “entonces, ¿por qué imputan a Pozas?”. Alberto Pozas era hasta hace apenas unas semanas el número dos del equipo de comunicación de La Moncloa y ha sido imputado por el magistrado Manuel García Castellón por un delito de revelación de secretos.
El exdirector de la revista Interviú trabajaba en el equipo de Sánchez como Director General de Información de la Secretaría de Estado de Comunicación y optó por abandonar el cargo para que su situación judicial no pudiera ser utilizada para atacar a Sánchez. El excomisario Villarejo le había acusado de proporcionarle información extraída del teléfono móvil robado a la jefa de gabinete de Podemos en el año 2016 tras valorar que no podía ser publicada en la publicación.
Interpelado, Sánchez replicó que la causa que tiene abierta no está relacionada con Moncloa ni con su persona sino que procede de una etapa profesional anterior, a lo que Iglesias le reprendió “¿Cómo puede acabar alguien así trabajando en La Moncloa? La gente no es idiota”.
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