El año pasado más de un tercio de los trabajadores en España aseguró haber sufrido el síndrome postvacacional y las previsiones apuntan a que este año esta cifra puede superar el 41%. La apatía, la fatiga y las alteraciones del sueño son los síntomas más habituales que muchos sufren al volver al trabajo.
En la mayor parte de los casos son procesos transitorios que no suelen alargarse más de 3 o 4 días, sin embargo, existen casos más extremos en los que se extremos en los que se experimentan ataques de ansiedad, depresión, dolor de cabeza o malestar general, que afectan a una minoría y que pueden prolongarse durante varios meses.
La Universidad Oberta de Catalunya ha realizado una serie de consejos y pautas que pueden ayudar a adaptarse a las rutinas:
- Conectar unos días antes: planificar la vuelta ayuda a eliminar la incertidumbre y pequeñas rutinas como revisar el email o elaborar una lista de actividades pueden ayudar a llevar mejor el día a día.
- Ir poco a poco: es aconsejable concretar y superar los días de una forma pausada con tareas específicas y ligeras que eviten pasar de cero a cien en un solo día.
- Valorar la parte positiva: mantener una actitud positiva ante la nueva temporada ayuda. Es beneficioso pensar en los nuevos proyectos que podrán desarrollar nuestra faceta profesional.
- Crear nuevos hábitos saludables: la vuelta de las vacaciones puede ser una buena oportunidad para acabar con los malos hábitos y cambiarlos por otros más sanos.
- Planificar el ocio: un buen ejemplo sería planificar el primer fin de semana libre después de las vacaciones, tener metas a corto plazo sin perder la oportunidad de incorporar actividades de ocio a nuestras vidas.
- Comenzar proyectos vitales ilusionantes: volver a la rutina siempre es más fácil si la llenamos de buenos momentos.
- Aprovechar las rutinas: si las nuevas rutinas que podemos establecer al volver de vacaciones son positivas puede que nos acabemos alegrando de que las vacaciones terminen.
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