Todavía no se ha cumplido el primer aniversario desde que Prensa Ibérica comprase el Grupo Zeta y la lista de periodistas despedidos tras esta operación no deja de aumentar. En esta ocasión le ha tocado el turno a cuatro redactores del Diario de Mallorca, sumándose a otros cuatro despidos que el grupo que lidera Javier Moll ejecutó hace varios meses en el mismo periódico.
El descontento dentro de la plantilla es generalizado y prueba de ello es la huelga de firmas que los redactores del diario han acordado ejecutar durante los próximos días. Además, del goteo de despidos a los que los trabajadores del Diario de Mallorca han hecho frente en los últimos meses, también han sufrido un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones que han reducido considerablemente a la plantilla.
Los despidos se han justificado por parte de la empresa alegando problemas económicos. Además, tal y como han informado desde la Federación de Sindicatos de Periodistas, Prensa Ibérica ha reducido la indemnización de los cuatro despedidos a la mínima expresión ajustándose a la cantidad mínima que establece la ley.
Han pasado poco más de ocho meses desde que Prensa Ibérica lograra la adquisición del Grupo Zeta después de lograr un acuerdo económico bastante ventajoso. Desde entonces, los despidos dentro del grupo rondan el centenar, provocando un importante desgaste en la prensa local, principal fuente de ingresos del grupo de Moll.
Desde el mes de junio un importante número de diarios españoles pertenecientes al grupo han visto mermadas sus plantillas, entre ellos La Opinión de Murcia, Levante de Castellón, La Opinión de Málaga o el propio Diario de Mallorca. Otras publicaciones, como La Opinión de Tenerife han desaparecido por completo de los quioscos poniendo punto y final a años de historia de periodismo local.
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