Comienza una nueva etapa para Cuore. Desde este miércoles, la publicación asume un nuevo cambio de rumbo en el que reinará “el buen querer”, lo que conllevará la consiguiente desaparición de los ‘aarg’ y demás rótulos corrosivos que se convirtieron en una seña de identidad de la revista desde su lanzamiento. “Hemos renovado nuestro aspecto y hasta la manera de contarte las cosas: porque han llegado nuevos tiempos y ya no queremos hacer las cosas de otra forma, ahora nos reímos, como siempre, pero contigo”, indica el magazine en su nuevo número.
Coincidiendo con la inminente celebración de San Valentín, la revista se ha contagiado del espíritu amoroso-festivo que impregna estas fechas: “Eso sí, tenemos más cosas que contarte (¡como si fuera poco!); las secciones de moda y belleza, las favoritas de las fans de Cuore, no solo mantienen su espacio sino que se amplían: trucos de estilo, tendencias, ideas de ‘shopping’ que te puedes permitir y hasta consejos de empoderamiento a través de la imagen. Ya lo habrás notado, el amor no solo está en nuestras páginas por la llegada de Cupido: ha venido para quedarse”.
Araceli Ocaña, directora de la publicación, también ha querido explicar cómo será esta nueva era a través de su cuenta de Twitter: “Por fin ve la luz el proyecto en el que hemos estado trabajando muchos meses… ¡’Cuore’ ha cambiado! Hemos aprovechado la semana de San Valentín para contarlo aunque hace tiempo que cambió todo. Ahora somos todo (y solo) amor. ¿Significa esto que ya no se va a criticar a los famosos? Efectivamente. ¿Os estoy insinuando acaso que los ‘aarg’ han desaparecido? Deberíais saberlo. Así es”.
“Estoy muy orgullosa del trabajo que hacemos (y el que vamos a hacer): hemos cambiado la revista para incluir, además, contenidos más allá del corazón (moda y belleza, claro, pero también libros, viajes, DIY… y alguna sorpresa que nos reservamos)”, ha remarcado, destacando que “fijaos si hemos cambiado que hemos pasado a hablar de sororidad”. “Y con un nuevo diseño, que es una pasada, por cierto (hasta papel de regalo llevamos dentro, las ideas originales están más a la orden del día que nunca)”, ha añadido.
Por último, Ocaña, que lleva al frente de la publicación desde el pasado año, ha explicado la razón por la que ha tomado esta decisión: “No quiero que nadie me malinterprete: soy fan de Cuore desde el primer número y quien me conoce desde aquellos tiempos lo sabe. Todos nos hemos reído muchísimo con sus ocurrencias… Pero los tiempos han cambiado y nosotras (lectoras y equipo) también. Espero que la disfrutéis y la leáis mucho, que no sé si os lo han dicho pero corren malos tiempos para los medios de todo tipo… Y algún día echaremos de menos que alguien nos cuente las cosas de una forma creativa, honesta y, siempre que se pueda, divertida”. “Famosos de España y del mundo, la gente seguirá criticando porque así somos, pero Cuore no. Podéis ir a la playa tranquilos”, ha finalizado.
Cuore, ante el reto de frenar su sangría de lectores
Según la última oleada del EGM, publicada en noviembre, Cuore suma 240.000 lectores semanales, lo que le posiciona como la sexta revista del corazón más leída de España por delante de publicaciones como ¡Qué me dices! o Corazón. El problema reside en que, mientras que sus rivales han logrado romper la mala racha en la estuvo inmerso el papel durante la pasada década, el magazine de Prensa Ibérica sigue perdiendo lectores: en los dos últimos años, ‘Cuore’ ha dejado escapar al 5,8% de su público frente a las subidas que han marcado Lecturas (+10,8%), Semana (+9,2%), Hola (+8,1%), Pronto (+5,5%) y Diez Minutos (+4,6%).
La preocupante situación de la revista, unida a los nuevos tiempos que corren, han propiciado este cambio de rumbo. Tras llegar a rondar el millón de lectores hace 10 años, Cuore emprendió una cuesta abajo con la entrada de la nueva década que también afectó a su plantilla, que ha tenido que superar a lo largo de este tiempo una infinidad de obstáculos. El último llegó en septiembre, cuando Prensa Ibérica, nuevo dueño de Zeta (anterior propietario de la publicación) ejecutó una serie de despidos entre los que se encontraba el de María Alba, redactora jefe del magazine semanal.
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