En la Tierra a martes, noviembre 12, 2024

Álex Rodrigo, de dirigir el mayor atraco de la historia a reinventar a Marianico el Corto

Álex Rodrigo durante el rodaje de 'El último show' (CARTV)

Cuando Aragón TV decidió poner en marcha su primera ficción propia, se le presentaron varias posibilidades. “Teníamos opciones mucho más de género y demostradas; podíamos haber hecho Falcon Crest en el Somontano o Amar en tiempos revueltos en Teruel”, revela Teresa Arjona, directora general de la CARTV, “pero había una voluntad de hacer una serie y queríamos que tuviese personalidad propia, no queríamos que nos vendieran una franquicia de algo. El proyecto más difícil de todos era de la de Álex pero, a la vez, era el que más nos atraía porque lo que contaba era lo más parecido a lo que nos pasaba como cadena”.

Finalmente, la Corporación aragonesa decidió arriesgar y apostar por darle la vuelta al tópico para romper con él, algo extremadamente complejo para una cadena que presenta una audiencia notablemente envejecida. Así nació El último show, una locura sobre el ocaso personal y profesional de Marianico el Corto que llevaba mucho tiempo en la cabeza de Álex Rodrigo, uno de los directores de moda en España tras ponerse al frente de ficciones de la talla de La casa de papel o El embarcadero, y que arranca este jueves a partir de las 21:30 horas.

“El mundo de la ficción en una televisión autonómica es mucho más difícil de llevar a cabo porque implica mayor presupuesto que un programa o que cualquier otro tipo de formato. Dentro de este paso de gigante, he sentido una responsabilidad muy grande sobre mis espaldas porque era la primera que serie que se hacía y sabía que la cadena se la juega muchísimo. Ha sido un equilibrio entre el puntito más friki y gamberro que puede ser mi sentido del humor y ese espíritu familiar que conecta con el gran público que ve Aragón TV”, destaca Rodrigo, que confirma que El último show “era un proyecto especial y personal, tenía que hacerlo cómo fuese y vi la oportunidad en el momento en el que la tele de mi tierra quiere hacer su primera ficción”.

A lo largo de ocho capítulos, el director deconstruye la figura de un Marianico el Corto hastiado por la vejez y harto de sus propios chistes que decide despedirse de los escenarios para afrontar el último gran reto de su vida: realizar una película surrealista al más puro estilo Luis Buñuel. Álex alaba el riesgo que tomó Miguel Ángel Tirado, nombre real del humorista, al aceptar interpretarse a sí mismo pese a no estar en la misma situación que el personaje y le agradece haber hecho “el ejercicio de imaginar la serie como espectador y no solo pensar en él. Que le motive generar esta confusión entre realidad y ficción ha sido una gozada porque, sin eso, no habría serie”.

Álex Rodrigo está convencido que El último show servirá para redescubrir a Marianico el Corto, que demuestra en la serie un registro dramático “que va a impactar”. “Yo mismo, sabiendo lo que quería hacer, me he sorprendido mientras lo grabábamos y lo montábamos. Es acojonante ver cómo un humorista que siempre está con las caras y el histrionismo del humor de los noventa de pronto se convierte en un actor de puro drama nórdico, es fascinante”, añade, asegurando que la ficción también servirá para homenajear a “esa tele de los noventa que reunía a toda la familia”: “Yo la tengo muy idealizada. En la serie no solo está cómo la gente echa de menos a Marianico el Corto, el señor Barragán o No te rías que es peor, sino la forma en la que toda la familia se sentaba alrededor del televisor”.

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Dirigir La casa de papel, clave a la hora de sacar adelante el proyecto

Fue justo en esa época, los años noventa, cuando Marianico el Corto, cigarro en mano, filosofó sobre la cantidad de estrellas que cubrían el firmamento en lugar de soltarle un chascarrillo a aquel niño que se le acercó esperando oír alguno de sus chistes. Más de dos décadas después, aquel chaval seguía sin poder olvidar esa imagen y, tras dirigir un transatlántico como La casa de papel, decidió mover cielo y tierra para sacar adelante un proyecto que mostrase la versatilidad de uno de los cómicos aragoneses más queridos por el público.

Rodrigo asume que el hecho haber comandado La casa de papel ha facilitado que la cadena confiase en él. “A la hora de presentar un proyecto, los tres anteriores que hayas hecho pesan en la decisión de a quién darle la oportunidad”, remarca, matizando que, “por mucha diferencia presupuestaria que haya, cuando tienes claro dónde está el corazón de los personajes, algo que ocurre tanto en La casa de papel como en El último show, vas con ellos y diriges lo que te va indicando el corazón”.

Pese a este punto común, pasar de dirigir el mayor atraco de la historia a un proyecto tan pequeño y especial no ha sido nada fácil, tal y como admite él mismo. “He tenido mucho vértigo, ha sido un salto al vacío por el tema presupuestario, es incomparable lo que puedes y no puedes hacer y está muy bien tenerlo claro a la hora del guion, pero también ha sido otro salto al vacío currar con un equipo con el que no había trabajado nunca. Arranqué con bastante miedo pero había tanta voluntad de hacer algo chulo por parte de todos que fuimos encontrando la manera de encajar una cosa tan imposible en algo que se ha hecho realidad”, confiesa.

Seguiremos Informando…

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