El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, pretende hacer ver que la investigación de Podemos, por las sospechas de financiación irregular, son una conspiración de los medios de comunicación que atacan a su partido sin respetar la presunción de inocencia que, como es sabido, el vicepresidente segundo nunca aplicó para con los demás.
Iglesias, tan dado a hacer declaraciones y a expresarse en las redes sociales cuando se trata de otros partidos, ha guardado un sonoro silencio respecto al escándalo de la investigación de ‘su partido’, pero ha azuzado al portavoz parlamentario de los morados, Echenique, que, como una moto, y, una vez más, empiece a trazar la teoría conspiranoica de siempre.
El orador y estratega Echenique ha manifestado que todo “quedará en nada” (lo dirán los jueces) y ha cargado contra los medios de comunicación que reflejaron sus opiniones, cuando los de Podemos pedían la dimisión de todos aquellos políticos inmersos en casos de corrupción, aún sin sentencia y sin respetar la presunción de inocencia.
Así lo hicieron con todos los implicados en el caso Gürtel y así se pertrecharon en el Gobierno de Pedro Sánchez, a raíz de la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy precisamente por las investigaciones sobre la financiación de la caja B del PP.
Aquellos que venían a regenerar la política, hoy cargan contra la prensa como los totalitarios que presuntamente han llenado las cuentas del partido y los bolsillos de algunos de sus dirigentes, según investiga la justicia española, que no la venezolana que está de su lado más Maduro.
Las descalificaciones a los medios de comunicación forman parte de la estrategia para desviar la atención de la presunta corrupción de Podemos de la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá también que responder.
Por menos, ambos socios de coalición pidieron dimisiones, comisiones de investigación y llevaron a cabo mociones de censura, que se han demostrado como una nueva ruina para España, en la que no confían en Europa, y que levanta recelos hasta con los de Gabón en el control de la Pandemia que controlaba la pareja Iglesias/Vers…, no, perdón…
Cuando pensaba que se podía ir de rositas del caso Dina con su demagogia habitual, Iglesias cayó víctima de sus argucias. Ahora pretende repetir la jugada atacando a los medios y desacreditando al ex abogado de su partido, que ha denunciado la corrupción que se investiga. A Iglesias le valen las palabras de Corina pronunciadas en una conversación con Villarejo para acabar con el Rey Emérito, y de paso con el Rey Felipe, pero no las de su ex abogado cuando revela las supuestas ilegalidades en las finanzas de su partido, donde hay para investigar y alucinar.
Acorralado por la Justicia, el vicepresidente segundo debería abandonar la opacidad y dar ejemplo de la transparencia que siempre predica, y que NUNA aplica para él y los suyos. Igual que su homónimo Diosdado…
Y, por favor… cierren la puerta al salir, y vigilen sus carteras.
Seguiremos Informando…
