El sector de la prensa se encuentra en una situación límite. Los efectos de la pandemia han provocado importantes pérdidas entre los principales grupos editoriales, que una vez más tendrán que ingeniárselas para sobrevivir. Tras la declaración del estado de alarma, varios diarios aplicaron a sus trabajadores el ya famoso Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
De esta forma, y solo así, podían cubrirse las espaldas ante la crisis que ya se avecinaba. Todo ello en un escenario ya de por sí complicado, con un modelo agotado en el que los ingresos de los grandes grupos se habían reducido a la mitad. A eso hay que sumarle la reducción de plantillas, un hecho que se viene produciendo desde comienzos de la crisis financiera de 2008. Ahora, con un nuevo escenario de crisis, todo apunta a que los despidos volverán a estar a la orden del día en el sector de la prensa.
Actualmente los ERTES continúan vigentes entre la mayoría de los grupos editoriales. Vocento fue el primero en anunciar esta medida. Lo hizo el 23 de marzo, implementando un expediente de recorte salarial y de jornada del 40%. Esta decisión afectó principalmente a sus áreas de gestión comercial y eventos. Hasta 1.300 empleados se vieron perjudicados por esta medida, cuando se decidió que el ERTE se prolongaría desde abril hasta junio. Sin embargo, la última prórroga aprobada por el Gobierno permite ampliar esta medida hasta el 30 de septiembre, siempre y cuando sea por fuerza mayor.
Meses más tarde, Unidad Editorial haría lo propio. Actualmente El Mundo se encuentra en la recta final de un ERTE que dura ya cuatro meses. El diario dirigido por Francisco Rosell aplicó una reducción de la jornada del 100% para 23 trabajadores. Otros 24 empleados tuvieron que reducir su jornada al 40% y 121 lo hicieron en un 25%. Frente a estas decisiones, la empresa se comprometió a no realizar despidos hasta finales de año.
Otros grupos como Prensa Ibérica también tuvieron que apretarse el cinturón. La aplicación del ERTE tomó forma cuando la dirección se vio obligada a recortar un 50% del sueldo a toda la plantilla, una decisión que afectó a los trabajadores de El Periódico de Catalunya y Sport. Por otra parte, el grupo editorial de La Vanguardia estableció un ERTE de reducción del 25% de la jornada y sueldo.
Estos son solo algunos ejemplos de la situación en la que se encuentra sumido el sector de la prensa. Todo apunta a que los diferentes grupos editoriales adoptarán medidas más drásticas a fin de año. Esto podría suponer el despido de miles de redactores, agravando aún más la encrucijada en la que se halla el periodismo. Según datos de la última EPA,11.400 periodistas perdieron su empleo durante el último trimestre.
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