Pablo Iglesias ha comenzado el curso político con un discurso que busca mayor presencia y protagonismo en el ejecutivo. En los últimos meses Iglesias ha quedado relegado a un segundo plano en las cuestiones de mayor peso, desde la marcha del Juan Carlos I hasta las negociaciones entre CaixaBank y Bankia.
El protagonismo de Pablo Iglesias en el Gobierno no ha ido más allá del continuo pulso de poder con Pedro Sánchez. En los ocho meses de Gobierno Unidas Podemos ha intentado condicionar las decisiones del presidente. La ministra Yolanda Díaz y su protagonismo a causa de la actual crisis provocada por el Covid-19 han mantenido la poca visibilidad de la formación en el Gobierno.
En los últimos meses la investigación del Tribunal de Cuentas sobre la relación de Podemos con la consultora Neurona ha mantenido al líder morado en el centro de las críticas. Su silencio mediático le ha llevado a tener menos peso en el ejecutivo. Todo esto se ha visto intensificado con el rotundo fracaso de Podemos en las elecciones del País Vasco y Galicia.
La relación de Podemos con el resto del ejecutivo es complicada. Sus continuas discrepancias han sido más protagonistas que el propio papel del vicepresidente en el ejecutivo. Margarita Robles, Carmen Calvo o Nadia Calviño han alzado la voz en más de una ocasión para cuestionar los movimientos políticos de su socio preferente.
Que Pedro Sánchez dejase fuera de las negociaciones sobre la marcha del Rey Emérito es una cuestión que Podemos no perdonará al ejecutivo. Recientemente Iglesias ha afirmado, “Por la huida del rey emérito tuvimos una discusión fuerte y puedo decir que el presidente se disculpó”. Disculpas aceptadas o no, lo que es cierto es que Podemos se queda fuera de las negociaciones de peso. Ejemplo de ello es la fusión Bankia y Caixabank.
Con Ciudadanos: “inviable”
Iglesias busca tener un perfil propio. En esta ocasión el discurso de Podemos está marcando la aprobación de los presupuestos. Los PGE son una bala que el partido va a utilizar para ganar visibilidad y peso en el Ejecutivo. En este sentido, el mensaje de Podemos pasa por calificar de “inviable” un acuerdo con Ciudadanos.”Entender que es posible llegar a acuerdos tan importantes como los de los Presupuestos Generales del Estado con quien está gobernando con el apoyo de la ultraderecha creo que es inviable“.
Podemos también ha afirmado que solo apoyaría unos presupuestos con el apoyo de los partidos que facilitaron la investidura. “Pensar que se pueden sacar con una mayoría distinta a la investidura creo, por no engañar a nadie, que no es real”, dijo ayer Iglesias.
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