Prisa afronta el inicio de 2021 con un escenario que no invita al optimismo. A pesar de que la compañía insistió en que los recortes acabarían en el mes de enero, las malas previsiones económicas los planes de la responsable de editar El País han cambiado. Si hace días se filtró la reducción de los salarios un 10% a los miembros de la plantilla que cobran un sueldo superior a los 85.000 euros brutos anuales, Prisa ha vuelto a engrosar la lista de recortes.
La compañía también ha anunciado el cierre de dos de sus revistas: Retina y Buenavista y ha confirmado que durante las próximas semanas presentará un plan de bajas voluntarias incentivadas. A esto hay que añadir que tampoco realizará la aportación correspondiente a 2021 al plan de pensiones colectivo de la plantilla de El País.
Nuevos recortes que se suman a los anunciados hace ocho meses, cuando la compañía que preside Joseph Oughourlian, ejecutó un expediente de regulación temporal. Desde el pasado mes de mayo, la plantilla -excepto los salarios más bajos- se ha visto afectada por una reducción de jornada y salario del 11%.
Novedades en Prisa
El anuncio de estos recortes se solapa con uno de los momentos más turbulentos en la dirección de la compañía. Un mes después de la salida de Javier Monzón como presidente no ejecutivo de la compañía y con Oughourlian en funciones, el cartel de accionistas de Prisa ha sufrido importantes cambios.
Vivendi se ha hecho un hueco entre los accionistas adquiriendo primero todas las acciones de HSBC por 52 millones de euros. Esta inversión le otorgó un 7,6% del accionariado, cantidad que ha aumentado pocos días después hasta superar el 10% y convertirse en el segundo accionista con mayor poder en Prisa solo por detrás de Amber.
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