El domingo 20 de junio murió de un infarto fulminante el reconocido escritor y periodista argentino, Juan Forn.
Gracias a sus habilidades como escritor, traductor, editor, fundador del Suplemento Radar, columnista de Página/12 y director de la colección Rara Avis de la editorial Tusquets, Forn se convirtió en un sinónimo de literatura argentina con su novela “Corazones cautivos más arriba” que escribió en 1987.
A pesar de tener una vida colmada de éxitos profesionales su consagración llegó cuatro años con la antología de relatos “Nadar de noche“, donde se destaca el relato homónimo con el que rinde cuentas con la figura ausente de su padre, una obra considerada por muchos, una joya maestra.
Integrante de una generación que se formó durante la dictadura, fue junto a Cristina Civale, Rodrigo Fresán y Charlie Feiling un emblema de una nueva generación que acabó con los estereotipos de lo políticamente correcto en los escritores argentinos.
Destaca en sus obras su brillante trabajo periodístico plasmado sin reservas en el Suplemento Radar de Página/12, fuente esencial de la evolución cultural argentina. En este periódico, publicó cada viernes unas impecables crónicas que constituyen el resumen perfecto de la mezcla entre el olfato periodístico y la sensibilidad de un escritor creando una obra sin desperdicio.
Sobre ello Forn se sentía especialmente orgulloso, estaba literalmente enamorado de Página/12, en una ocasión comentó: “Lo que traté de hacer fue invertir la actitud habitual que tienen los escritores que suelen hacer columnas fijas en un diario o una revista: en lugar de tomarlo como un laburito secundario, una rutina laboral, me pregunté qué pasaría si lo convertía en el centro de mi actividad literaria. Si conseguía poner ahí todos mis desvelos, toda mi libido, todas mis lecturas”.
Los genios nunca mueren, solo evolucionan.
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