Un estudio realizado por el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC) de la UNESCO, determinó que los periodistas latinoamericanos son agredidos por sus seguidores por expresar su opinión política. Dicha encuesta fue coordinada por Sandra Chaher y Lina Cuellar.
La encuesta publicada a finales de junio de 2021, consideró casos de ataques en Twitter contra 66 periodistas, “en su mayoría mujeres de siete países: Argentina, Colombia, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela” señaló Lina Cuellar una de las coordinadoras del proyecto. “Luego de analizar sus perfiles, 28 de ellos fueron sometidos a entrevistas cualitativas concluyendo que el público los ataca por sus opiniones y no por su trabajo” agregó.
CONCLUSIONES
Sandra Chacher coordinadora del estudio expresó: “la mayoría (65%) de las agresiones a periodistas se concentran en dos categorías: críticas al trabajo periodístico y a las ideas políticas, siendo esta última dominante. Se les acusa, independientemente de su género, de servir a uno u otro bando político”.
El estudio de la UNESCO también determinó que los ataques tienen consecuencias en los periodistas. De los entrevistados, el 68% afirmó que su libertad de expresión se vio afectada y que su comportamiento cambió después de los ataques. También, el 75% de los comunicadores, señaló recibir agresiones en otras redes sociales y por correo electrónico.
El hecho de que las agresiones se centren en posiciones políticas se relaciona a que los periodistas son vistos como influenciadores. Es así como sus seguidores buscan perfiles de comunicadores no solo por su trabajo sino para conocer otros aspectos de su vida cotidiana como sus opiniones políticas, las causas que defienden, entre otras cosas.
Como consecuencia, señala Lina Cuellar: “se da que los comunicadores suspenden temporalmente sus cuentas y bloquean a los agresores. Esto para continuar conviviendo en un espacio al que perciben como violento y hostil, pero en el que se mantienen como parte de las reglas de juego que dicta la vida política contemporánea”.
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