El domingo 12 de septiembre el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y el Ministerio de Cultura y Deporte, manifestaron su rotundo rechazo contra las acusaciones infundadas de la Fiscalía nicaragüense contra el escritor Sergio Ramírez. El ente judicial centroamericano, cursó una orden de detención en contra del titular del Premio Cervantes. De igual manera una orden de allanamiento de sus propiedades.
En el comunicado realizado por ambos entes destacan que el intelectual Sergio Ramírez, ha demostrado su compromiso en la defensa de la democracia nicaragüense. Esto inicialmente en su papel en la lucha contra el régimen de los Somoza y apoyando desde entonces la libertad y la democracia. Con ello se convirtió en un referente moral e intelectual de la libertad de pensamiento y expresión. Lo que son principios que se reflejan en su obra literaria.
Tongolele no sabía bailar el responsable de la orden de detención de Sergio Ramírez
Su última novela, Tongolele no sabía bailar, desató la furia del régimen de Daniel Ortega. El escrito lleva dos semanas retenido en la aduana nicaragüense. El escritor está convencido de que las últimas peripecias del inspector Morales, centradas en las protestas de 2018, han sido el detonante que ha llevado al régimen a emitir una orden de arresto en su contra. Esta novela pone al descubierto las violaciones a los derechos humanos que se produjeron en las calles de Managua y otras ciudades del Nicaragua en el año 2018.
Al respecto, el escritor y periodista de setenta y nueve años expresó: “ya se sabe que los libros prohibidos tienen un enorme atractivo. Esta orden de prisión es un exabrupto. Están persiguiendo gente que en sus mentes representa una amenaza política. Regresar a mi país significaría la cárcel y por lo tanto la muerte para mí. A mi edad no puedo estar preso sin los auxilios de un médico. Me han puesto ocho cargos penales“.
La Real Academia Española (RAE) expresó este sábado su protesta por la orden de detención cursada por la Fiscalía de Nicaragua contra el escritor y exigió «el levantamiento inmediato de las medidas adoptadas en contra de su «admirado compañero».
La RAE, de la que Ramírez es miembro, defendió en un comunicado «las libertades de pensamiento y expresión como los primeros valores de cualquier sistema de convivencia» y lamentó «el grave intento de cercenarlas para evitar el debate libre sobre las opiniones e ideas».
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