Roberto Brasero (Talavera de la Reina, 1971) está de aniversario. Cumple diez años al frente de Tu tiempo, el programa que espera seguir presentando “hasta el infinito y más allá”. A pesar de que empezó su carrera en Telemadrid, ha sido en Antena 3 donde ha logrado la estabilidad profesional. Diez años le avalan. Su estilo amable y cercano le han convertido “en uno más de la familia”, además de ser ya uno de los presentadores del tiempo más conocidos de nuestro país. Hablamos con el periodista sobre los diez años de Tu tiempo, y de paso, le preguntamos por otros asuntos.
Antena 3 y usted están de aniversario. ‘Tu tiempo’ cumple 10 años. ¿Cómo ha vivido la evolución del programa?
Ahora que he estado haciendo memoria he pensado “pues sí que hemos cambiado”. Hemos cambiado en estos diez años que lleva Tu Tiempo, que es lo que celebramos. Yo en Antena 3 llevo un poco más, desde 2005. Primero empecé como hombre del tiempo, y luego el tiempo se convirtió en un programa. Eso supuso un cambio, una evolución. Y luego, dentro de estos diez años del programa, también.
Además, ha evolucionado el tiempo y han evolucionado las previsiones, que cada vez son más fiables gracias a los satélites e Internet. Antes la gente decía “el hombre del tiempo siempre se equivoca” y ahora pocas veces falla. Entonces, ahí se nota ese avance de las previsiones. Nuestra manera de contar y narrar el tiempo también ha evolucionado. Ya no es el mero pronóstico, si no que le metemos reportajitos, la colaboración de los espectadores que son ellos los que no cuentan su tiempo y por eso el programa se llama Tu tiempo.
A nivel de formato televisivo también ha habido una evolución en estos diez años. Se puede comprobar también simplemente por la duración, antes se daba un programa de 3-4 minutos y ahora hacemos bastantes más en las sobremesas de Antena 3. Tiene categoría de programa con todos sus elementos. En este caso basados en la naturaleza, el clima y el medio ambiente, que son los ingredientes con los que intentamos hacer nuestro programa.
Estuvo trabajando como redactor en el informativo de Telemadrid ¿Qué recuerda de aquella etapa? ¿Cómo dio el salto a la información meteorológica?
Empecé como redactor en Telemadrid, pero hacía muchísimas cosas. Hasta el año 2000 en Telemadrid había hecho de todo menos dar el tiempo. Y llegó una nueva dirección a los informativos y me dijo “lo que te falta es dar el tiempo” y dije “lo hago, pero si lo hacemos de una manera distinta”. Este tipo de información se prestaba a incluir más cosas…antes solamente salía el mapa y ahora en los espacios del tiempo salen las imágenes de una riada o de una cosecha que se ha echado a perder. Eso antes no se hacía y eso también lo incluimos en nuestros programas. Forma parte de esa evolución.
¿Entonces no pensó nunca en ser ‘el hombre del tiempo’?
Nunca había pensado desarrollar por aquí mi carrera profesional. A partir de ahí, de esa experiencia y de conocer este mundo por dentro… me supieron ilusionar y ahora yo renuevo esa ilusión a diario.
¿Hay que saber mucho de meteorología para informar sobre el tiempo o ahora es más fácil gracias a los avances tecnológicos?
Hay que saber de lo que se habla. Mucho o poco, no lo sé. Yo me lo he planteado muchas veces, y yo pensaba que quizá un doctor en meteorología o climático nos podría dar una gran lección. Pero claro, aquí no se trata de dar una lección del tiempo, si no de contar de una manera entretenida el tiempo que va a hacer. Y digo entretenida porque si sales dando el peñazo no duras mucho en la tele.
Creo que para aburrir ya están otros aspectos de la vida. Si tienes que salir en la tele, tienes que contar las cosas de una manera entretenida y dinámica. No se trata de dar lecciones o clases magistrales, se trata de comunicar. Así me tomo yo mi trabajo, con el mismo rigor que mi compañero que hace la crónica parlamentaria o el que hace el informe del Consejo de Ministros.
¿Hay solución o el cambio climático nos va a ganar la partida?
Hay solución. Igual que ahora somos parte del problema, tenemos que ser parte de esa solución. La solución puede pensarse que es costosa en términos económicos, yo creo que no, porque también esta nueva perspectiva que se nos pone por delante abrirá otras posibilidades. De nada sirve vivir en un mundo cada vez más pobre y con mayores incomodidades. Se trata de vivir confortablemente.
De lo contrario sería llevarnos al suicidio como especie. El planeta no está en peligro, lo que está en peligro es la supervivencia de la especia humana sobre el planeta. Si no ponemos freno a este incremento acelerado de las temperaturas globales, nos iremos a un escenario que podría acabar con nosotros como especie. Lo inteligente es aplicar todos los conocimientos para frenar este calentamiento y conseguir que este planeta siga siendo viable.
¿Qué pensó cuando llegó Filomena? ¿Le sorprendió?
Hemos tenido una nevada que hacía 150 años que no ocurría en la zona centro. A mí no me sorprendió porque las previsiones lo contaban gracias a unos pronósticos para los que se invierte cada vez más. Pero, sí que me sorprendió que ocurriese. Finalmente, unos pronósticos que suelen tirar para arriba, acertaron. Y que ocurriese lo que estaba previsto, no deja de sorprenderte por la magnitud de la nevada.
Tengo mucha curiosidad ¿Quién elige los nombres de las borrascas y de las tormentas?
(Ríe) ¿Te lo explico? Pues mira, ahora acaban de publicar el listado de las borrascas que va a haber en esta temporada. Esto se hereda de la forma de nombrar a los huracanes, que desde los años 50 se lleva haciendo en Estados Unidos. Aquí se reúnen meteorólogos de Portugal, de España y de Francia, y deciden un listado de nombres con orden alfabético, y alternan uno masculino y uno femenino. Cuando surgen las borrascas con derecho a nombre se les va asignando el nombre de la lista que les toca.
¿Le han criticado alguna vez por no acertar con algún pronóstico? ¿Le molesta cuando no acierta?
Me molesta mucho. Sin embargo, no sé si es porque cada vez acertamos más o qué. Pero cuando no acierto sí me molesta. Lo paso mal si no se cumple aquello que he dicho.
¿El tiempo influye en el estado de ánimo de las personas?
Influye y está comprobado científicamente, pero creo que hay pocos estudios sobre esto. Por un lado a todos nos influyen los cambios de presión y no todos reaccionamos igual. Los dolores de cabeza y estados de ánimo más aplacados tienen que ver con estos cambios, por la llegada de borrascas o la subida de las temperaturas en primavera. También hay personas a las que se denomina meteosesibles que acusan estos cambios mucho más y con antelación. Esto es lo que les suele pasar cuando a una persona le duele el codo o la rodilla y sabe que va a llover.
¿A usted le pasa?
(Ríe) Sí, pero intento sobreponerme a ellos para que la emoción no me ofusque. Me sientan muy mal los días de bochorno y los días de calima. Me llego a poner de mal humor, esos días me enfadan. Es algo fisiológico que seguramente me afecte. Pero intento sobreponerme e informo de los días de calima con el mismo rigor que con los otros, a pesar de que me caigan mucho peor.
A la gente le suele costar recordar el nombre de algunos presentadores de televisión a pesar de verles todos los días ¿Del suyo se suelen acordar o es ‘El del tiempo de Antena 3’?
De mí se acuerdan por el apellido y es algo que tengo que agradecer a mi padre (ríe). La gente lo asocia a una forma familiar de contarte las cosas todos los días y acabas siendo uno más de la familia, como muchas veces me han dicho.
¿Le gustaría seguir al frente del programa otros diez años?
Hasta el infinito y más allá. Porque como además del tiempo también hablamos de muchas cosas más como del espacio… Me gustaría acabar haciendo Tu Tiempo desde la estación espacial. Eso quizá sea un sueño, pero lo vamos cumpliendo poco a poco gracias a avances como la realidad aumentada. En el futuro quiero estar ahí. Quiero estar donde le pueda servir a la gente.
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