HIT vuelve a TVE. La serie protagonizada por Daniel Grao estrena esta noche su segunda temporada en La 1, y como todo producto televisivo tratará de convencer a un público cada vez más exigente. En esta ocasión, la acción se traslada de Madrid hasta Puertollano (Ciudad Real). Desde allí, Hugo Ibarra Toledo, alias HIT, liderará un proyecto piloto en un instituto en el que se imparte Formación Profesional. Su objetivo, luchar contra el abandono escolar y ayudar a un grupo de chavales con problemas emocionales.
Si hay algo por lo que la ficción de TVE destaca es por la seguridad y los valores que transmite. Algo de lo que Daniel Grao (Sabadell, 1976) está muy al tanto. El catalán se mete de nuevo en la piel de Hugo Ibarra Toledo, un personaje controvertido, pero que le cae “muy bien”. Cuenta con una larga trayectoria profesional a sus espaldas. Antes de embarcarse en este proyecto participó en series como Sin identidad (Antena 3), La sonata del silencio (TVE), Gigantes (Movistar+), Promesas de arena (TVE) o Perdida (Antena 3). Hablamos con el actor para conocer sus impresiones sobre la segunda temporada de esta serie.
Hugo Ibarra Toledo es diferente al resto. No es un profesor, pero tampoco un educador o un orientador. El personaje al que da vida Daniel Grao es una suerte de cicerone que trata de reconducir a los adolescentes y hacer de ellos mejores personas. Y para lograrlo, a veces traspasa ciertas normas establecidas. “Yo creo que a veces hace falta ser un poco incorrecto y alborotar un poco si el fin lo merece. A HIT le pasa eso. Si hay que ser insolente o hay que romper un poco el orden establecido para que algo cambien, pues bienvenido sea”, explica el actor.
Como todo buen personaje, Hugo evoluciona según avanza la serie. “Creo que cuando haces una segunda temporada lo bonito es que haya un clic, un cambio de algo o un arco que no hayamos visto antes”, señala Grao. En esta línea, destaca que uno de los aspectos más interesantes de esta nueva tanda de capítulos es “ver la parte vulnerable de HIT”. “El personaje está más débil. Llega a un lugar en el que no encaja, no está cómodo y su primer impulso es huir de ahí. Entonces no sé si es más difícil, pero para mí es sumarle una capita más o por lo menos enseñarla. Eso hace también que el personaje sea más empático, sobre todo de entrar”, asegura.
Un personaje, el de HIT, en el que también se nota la mano de Daniel Grao. El catalán ha aportado su granito de arena a la hora de construir y modelar a este particular guía emocional. “Yo siempre me ponía en la mirada del chaval de 16 que me puede mandar a la mierda. Entonces pensaba en cómo me podía quedar con él, aunque fuera pasándome tres pueblos más de los que se había pasado él”, explica. “HIT tiene que seducir a sus alumnos, si le retan tiene que doblar ese reto”, matiza el actor. A pesar de que su personaje y él son diferentes, comparten puntos en común.
Uno de ellos es el interés por crecer emocional y espiritualmente. “En este proyecto se tratan temas que a mí como persona me interesan mucho. Todo lo que tiene que ver con el crecimiento personal, el poner en duda lo establecido o lo que te han contado, examinar un poquito tu árbol genealógico para ver lo que ha pasado ahí y cómo te puede haber marcado…”, señala Grao. En este sentido, asegura que HIT ha sido el personaje que ha sentido más propio: “Con HIT siento que llevo las riendas. Se me ha dado ese permiso a la hora de innovar. Eso es muy satisfactorio como actor porque sientes el proyecto muy tuyo”.
“Me negué a utilizar el ‘chiques’ porque suena panfletario”
La política lo inunda todo. En una etapa vital como la adolescencia, donde las construimos buena parte de nuestra personalidad, es casi imposible no sentir interés por cuestiones como la ideología. A la serie de TVE no se le escapa esto. A lo largo de los capítulos que veremos a partir de este jueves se observarán patrones de comportamiento que, a menudo, se repiten entre personas con ideas contrarias. La extrema derecha y la extrema izquierda aparecen representadas a través de dos de los chavales del instituto de Formación Profesional, y veremos cómo HIT hace frente a esta problemática.
A pesar de que su personaje interviene activamente, Daniel Grao cree que es mejor “no identificarse” con ninguna ideología o bandera. “El problema de luchar contra causas que lo merecen, como puede ser el feminismo o la lucha contra la homofobia, es cuando te identificas demasiado o cuando abanderas un movimiento, porque se te puede volver en contra. No porque no sea lícito o necesario. La cosa es hacerlo, pero no sentirte identificado. Es sutil, pero creo que hace que se te vaya menos en contra. Es como apoyar cualquier cosa que lleve la palabra anti, cuando vas en contra de algo se te va a girar en contra de ti”, opina el actor.
Esa libertad con la que Grao ha trabajado también se refleja en su forma de dirigirse a los “chavalillos” cuando interpreta el papel de HIT. A pesar de que en ese grupo de adolescentes existe un personaje no binario, el actor catalán se negó a usar ciertas expresiones que hoy son objeto de polémicas continuas . “A veces a HIT lo escribían diciendo chicos, chicas, chiques porque una personaje es no binaria. Y yo me negué porque entiendo que suena panfletario”, explica.
Según Grao, HIT te acepta “tengas la forma, el género y te cuelgue lo que te cuelgue” y argumenta que desde su personaje no quiere entrar en lo políticamente correcto porque “hace el efecto contrario”. Además, reconoce que ha “flipado” porque se han tocado “ciertos temas en los que históricamente no se ha querido meter”.
Daniel Grao tuvo su HIT particular
Eso de que los círculos se cierran a veces resulta ser cierto. En el caso de Daniel Grao podríamos decir que es así. El actor tuvo un profesor que actúo como una suerte de HIT. Ahora, además, es amigo suyo. “Tuve un profesor de literatura en el instituto que tenía un grupo de teatro los viernes. Fue mi primer contacto con lo que hoy es mi profesión. Ese fue el germen. Él era un poco HIT, gamberrete y malhablado”, asegura.
“Tenía una cosa de querer llegar a ti. Algunos lo detestaba y a otros nos fascinaba que él fuese a su aire. Había una cosa que iba más allá de las clases y tenía que ver con su forma de ser un poco diferente y contra el sistema”, explica el actor que da vida a HIT. Sin embargo, confiesa que no fue buen estudiante: “Yo no tenía el norte claro, estaba un poco perdido. Dejé el instituto y no sabía que hacer”. Pero de pronto, lo vio claro: quería ser actor. “Me vinieron a la cabeza las clases de teatro con este profesor”, comenta. Al cabo de unos días se apuntó a una escuela de arte dramático, y hasta hoy.
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