Desde el año 2020 China se convirtió en el proveedor más importante de bienes de Sudamérica. Ello ocupando el primer puesto en las importaciones de algunas de las economías más grandes de la región. Entre ellas Brasil, Argentina, Chile y Perú. Pese a ello, naciones como Colombia, Ecuador, Guyana y Surinam son las únicas economías de América del sur que aún escapan a esta hegemonía.
Actualmente para febrero de 2022 frente a la competencia china, la cuota de mercado de las importaciones desde Estados Unidos disminuyó notoriamente ganando aún más terreno el comercio asiático con la región. Sin embargo, no todo está perdido para EE.UU. que ahora se mantiene como el mayor proveedor de mercancías en México y toda América Central y el Caribe, excepto Cuba, que compra más bienes a España que cualquier otro país.
China también ha avanzado importantes peldaños en el área de inversiones. Gracias a ello se ha convertido en uno de los mayores inversores extranjeros en la América Latina desde hace varios años. Esta situación inició con Venezuela, especialmente en la financiación de infraestructura y telecomunicaciones.
Para marzo de 2022 según el último Boletín Estadístico de Inversión Extranjera Directa publicado por el gobierno de China, América Latina representa el 10,8% de los flujos de inversión desde China hacia el exterior. Esto convierte a esta nación asiática en la principal región receptora de las inversiones chinas fuera de Asia. Además superando a Europa, Norteamérica, África y Oceanía.
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