Actualmente ejercer el periodismo en Perú cada día se hace más difícil. Cada día es más notorio el incremento de la violencia contra los trabajadores de la prensa. Esto ha obligado que tanto periodistas como reporteros gráficos se vean obligados a retirar de sus instrumentos de trabajo, cualquier identificación del medio al que pertenecen. Todo con el único objetivo de evitar ser agredido por las hordas afines al gobierno.
Para la fecha las cifras de agresiones contra periodistas en Perú son contundentes. Durante el año 2020, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) denunció la altísima cifra de 239 ataques contra hombres y mujeres de prensa. En el año 2021 la historia no cambió mucho, esto debido a que el país sudamericano superó nuevamente los 200 casos de violencia. Ahora en junio de este año, aparte del registro durante el primer trimestre de 80 agresiones, un equipo reporteril de Hechicera Diario, Radio y Televisión, resultaron golpeados por trabajadores de una obra pública.
El pasado mes de septiembre, en la región costera del Callao, le rompieron el parabrisas del vehículo usado por periodistas del portal Prensa Callao. Ese mismo mes, un corresponsal del diario La República en Puno, en la Sierra peruana, resultó agredido dentro de una entidad pública mientras realizaba un reportaje.
Más datos
Los periodistas y fotógrafos de Perú han adoptado medidas de seguridad. Algunos ya usan incluso, como indumentarias de trabajo, un casco y una máscara anti gas.
Una segunda medida es el desplazarse en grupo. “Si ven a un reportero solo, lo atacan; en cambio, en grupo podemos apoyarnos”, explica el periodista peruano Mauro Sandoval.
Reporteros de varios medios han creado un grupo en Whatsapp para coordinar sus desplazamientos. De esta forma entre todos velar por la seguridad de sus colegas.
Testimonios
Martínez, Reyes y Saldaña señala que además en el país peruano es urgente un mayor apoyo de los propios medios de comunicación y gremios periodísticos para denunciar estos actos de violencia. “no son conscientes de lo mucho que ha escalado la violencia. Estoy agotada y creo que es un sentimiento general, no solo mío. Cuando he sido víctima de una agresión, siempre he tratado de pararme e ir con la Policía, pero eso cansa, fastidia y molesta”.
El fotógrafo John Reyes, del diario La República indica: “Siempre ha habido riesgo en la calle […] grupos que nos llaman prensa ‘mermelera’ o ‘basura’”, explica Reyes. En marzo, Reyes sufrió otra agresión. Mientras registraba el ataque a una colega suya, un manifestante “me mete un puñete y rompe mis lentes de aumento; felizmente los vidrios no me cortaron la cara”. A estas agresiones se suma que fotógrafos y camarógrafos están expuestos a robos. “A mí me han robado dos veces [durante una cobertura]”, dice Reyes.
Seguiremos informando…