“La sostenibilidad es un valor que ya está en el ADN de la mayoría de las empresas y marcas, y forma parte de su cultura corporativa, lo que implica que es un valor transversal en todos los departamentos. Cada vez más comprometidas con el medio ambiente, las empresas promueven acciones y programas para reducir su huella, tanto a nivel interno como externo: utilización de materiales circulares, reducción de embalajes innecesarios, productos con menos impacto ambiental, transporte con menor huella de carbono y más”. Así lo explica Ana Almeida, responsable de MKT de TerraCycle en España, a PRNoticias. Pero, ¿cómo es el proceso de comunicación para que realmente este proceso tenga el impacto deseado?
Para Almeida, “es importante que, además de incorporar la sostenibilidad en la cultura corporativa de las compañías, hagamos difusión, a través de una comunicación clara y transparente, de la necesidad imperiosa de minimizar nuestro impacto: entre todos debemos ampliar la conciencia ambiental y promover la responsabilidad individual y colectiva”. Así el proceso, nos lo cuenta en esta entrevista.
¿Cuándo comenzó a ser necesario y cuándo será indispensable?
Ya hace mucho tiempo que es indispensable que administraciones, empresas, comercios, negocios, instituciones, escuelas, universidades y ciudadanía trabajemos juntos para minimizar nuestro impacto. Cada vez hay más iniciativas que promueven objetivos sostenibles como la generación de menos desechos y el impulso de la reutilización y del reciclaje. En el caso de TerraCycle, promovemos junto con marcas de referencia programas gratuitos para reciclar residuos “irreciclables”, es decir, aquellos que no se pueden reciclar en los contenedores habituales -verde, amarillo y azul-. De este modo, TerraCycle ayuda a dar una segunda vida a estos residuos y evita que acaben en el vertedero.
¿Cómo es el funcionamiento?
El funcionamiento es sencillo: TerraCycle se asocia con marcas que quieren reducir su impacto para promover de forma conjunta programas gratuitos de reciclaje. Los programas se centran en recolectar residuos específicos como bolígrafos y material de escritura, maquinillas de afeitar, productos de cuidado dental o de belleza, entre otros, que no pueden reciclarse en los contenedores tradicionales. Una vez recogidos los residuos, se clasifican, se agrupan y se reciclan. En el proceso de reciclaje, los diferentes tipos de materiales son separados, por ejemplo los metales se funden para hacer nuevas aleaciones con el fin de ser reciclados, y los plásticos se someten a extrusión y granulación para ser moldeados en nuevos productos como bancos o jaboneras. Estamos muy satisfechos del impacto de estos programas en España, ya que a finales de 2022 contábamos con alrededor de 1.400 puntos de recogida para reciclar en España, un 33% más que el año anterior. Los datos demuestran que la ciudadanía está cada vez más comprometida con la sostenibilidad.
¿Qué pueden hacer las empresas cuyos productos son difíciles de reciclar, a nivel de sostenibilidad y comunicación?
Las empresas tienen una responsabilidad ambiental por la que deben prevenir, evitar y reparar aquellos daños medioambientales que su actividad pueda provocar. Hoy en día hay muchos aspectos que marcas y empresas pueden trabajar a nivel de sostenibilidad, por ejemplo, elegir bien a sus proveedores, modificar los materiales con los que trabajan e integrar los circulares, gestionar eficientemente los recursos y los residuos, reducir la huella de carbono o incentivar los comportamientos responsables de sus clientes, entre muchos otros. En cuanto a reciclaje, hay productos que no encajan en los contenedores tradicionales, pero siempre hay alternativas. El caso de TerraCycle es claro: en 2022 TerraCycle recogió y dio una segunda vida en 2022 más de un millón de artículos en España, un millón de residuos tradicionalmente irreciclables. Nuestro propósito es evitar que acaben en el vertedero, la incineración o el medio natural. Las marcas se asocian con nosotros para impulsar programas de reciclaje gratuitos para los consumidores, y financian dichos programas para que TerraCycle pueda reciclar el producto.
¿Podrías dar un ejemplo?
Junto con BIC, impulsamos un programa de reciclaje de instrumentos de escritura muy exitoso. Alrededor de 150 colegios, institutos y universidades españolas ofrecen a su comunidad una caja de recogida donde depositar los instrumentos de escritura y cuando está llena, TerraCycle lo recogemos y reciclamos. En 2022 se recogieron en España 764.000 unidades de instrumentos de escritura para convertirlos en productos reciclados como sillas y bancos para parques, y, desde el inicio del programa se han recolectado cerca de 6,2 millones de unidades en el país. Este caso muestra de forma clara la implicación y compromiso de BIC con la gestión de residuos para dar una segunda vida a sus productos. En la misma línea, en España también destaca la implicación de Gillette, Philips, L’Occitane y Rip Curl, que también promueven y financian programas gratuitos de reciclaje.
Reciclar productos difíciles, ¿dónde acaba la responsabilidad de la empresa y dónde empieza la del consumidor?
Es sin duda una responsabilidad común. La sostenibilidad es un valor cada vez más importante tanto para consumidores como para marcas. Según el estudio global publicado por NielsenIQ El Clima Cambiante de la Sostenibilidad (The Changing Climate of Sustainability), el 65% de los consumidores toma alguna medida para vivir de forma más sostenible: llevar sus bolsas a la compra, separar la basura para reciclar, minimizar el uso de electricidad. Y ocho de cada 10 españoles piden que las empresas tomen la iniciativa de reducir su huella medioambiental. De ahí que el ciudadano, además de trabajar cada día por mejorar su entorno, demande a organizaciones, industrias y empresas a hacer lo mismo, exigiendo que tengan un propósito social y a que reduzcan la producción de residuos. Cada vez son más populares iniciativas como la reducción de consumo, la utilización de materiales circulares, la reducción de los embalajes o la reutilización, entre muchas otras. La mayoría de los residuos son técnicamente reciclables pero requieren un tratamiento más complejo y de mayor coste, por lo que no es rentable para las administraciones locales. En estos casos, creemos que es importante que las marcas asuman este coste de reciclaje. Y les animamos a hacerlo con TerraCycle, líder internacional en soluciones de sostenibilidad innovadoras, para promover no solo el reciclaje en sí sino también la educación y concienciación ambiental.
¿Qué hace falta para que una campaña involucre verdaderamente al consumidor en esta cadena?
En TerraCycle hemos constatado que la comunicación es clave para conseguir que un programa de reciclaje sea exitoso, es decir, que cuente con muchos puntos de recogida de materiales para reciclar -comercios, escuelas, negocio, ONGs, entidades, etc- y que los vecinos de la comunidad depositen sus desechos. Para ello desde TerraCycle somos muy activos en las redes sociales y en los medios de comunicación de la zona. Es fundamental que la gente sepa dónde puede ir a reciclar, a qué hora y qué sucede con el producto después. La comunicación y la transparencia son imprescindibles. Nos gusta explicar especialmente el proceso de reciclaje ya que motiva a la ciudadanía a reciclar. Cada vez más escuelas, entidades y comercios se suman a los programas de reciclaje de TerraCycle, y la compañía cerró 2022 con cerca de 1.400 puntos de recogida y personas que recolectan productos para reciclar, un 33% más que en 2021. Estos datos constatan que la ciudadanía está cada vez más implicada con el reciclaje.
¿Cuáles marcas en España ya están trabajando en este sentido?
Constato que hay muchísimas marcas comprometidas con la sostenibilidad y que impulsan cada vez más acciones en esta línea. Pero me gustaría destacar las marcas con las que trabaja actualmente TerraCycle en España: Philips, Gillette, BIC, L’Occitane y Rip Curl, entre otras. Todas ellas marcas de referencia en sus sectores y que muestran un gran compromiso con el reciclaje. A nivel global Terracycle se ha asociado con más de 600 marcas muy reconocidas como P&G, Unilever, Nestlé, L’Oreal o Pepsico, entre muchas otras.
¿Por dónde deben comenzar las que aún no lo están haciendo… también a nivel de comunicación?
Creo que es fundamental incorporar la sostenibilidad en el ADN y cultura corporativa de la empresa. Ya no es solo una cuestión de márketing o de innovación, sino que la sostenibilidad debe interpelar a todos los departamentos. Probablemente contar con expertos en sostenibilidad puede ayudar a las compañías a revisar sus protocolos y acciones y a reducir su impacto.
Seguiremos Comunicando…