El caso Vinicius ha desatado la indignación en todo el mundo. De Brasil a Bruselas, de Bruselas a Washington, desde aquel partido Valencia vs. Real Madrid, el pasado 21 de mayo, las reacciones de condena por los cánticos discriminatorios y de solidaridad con el futbolista brasileño, se han hecho fuertes, tanto como la crisis reputacional de la marca España y su fútbol a nivel internacional.
Mientras La Moncloa trata de contener el daño, este se coló, incluso, en la campaña electoral para las elecciones del 28M. El Ejecutivo ha reforzado su discurso de que tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como la Justicia están actuando, pero la sensación de que esta crisis ha mermado, apenas se nota. Adelanto de elecciones nacionales y caso Vinicius, a horas de que se termine la temporada, acaparan titulares.
Desde el sector de la comunicación, específicamente la comunicación de crisis, ¿qué opinan los expertos? Para saberlo, en PRNoticias hemos entrevistado a Mónica González Ortin, Country Manager AxiCom.
¿Crees que esta crisis se pudo haber evitado?
Aunque el estallido de una crisis depende de diferentes factores y circunstancias imprevisibles en el momento que sucede, sí es cierto que cuando existe un “caldo de cultivo” como el que había, era más o menos previsible que en algún momento pudiera darse un episodio de este estilo. La competición española ya atravesaba una crisis debido a la creciente animadversión hacia los árbitros o el clima de creciente crispación en los estadios, con lanzamiento de objetos o invasiones en el campo. Además, Vinicius ya venía sufriendo acoso racista en distritos campos. Por eso es tan importante poder tener implementadas acciones preventivas, tales como la educación y la sensibilización de contra el racismo y la discriminación a aficionados y en el mundo del deporte y, sobre todo, contar con políticas estrictas y también efectivas al respecto.
¿Consideras que se atendió a tiempo?
Lo que ha sucedido evidencia la ausencia de medidas eficaces para evitar que estos episodios sucedan, además existen límites de la vía penal y una falta de protocolos claros. Es cierto que hubo actuaciones y voces que se alzaron rápidamente, pero no hubo ni protocolos ni mensajes unificados, y claras actuaciones de altos representantes de LaLiga provocaron que políticos, prensa extranjera, futbolistas y hasta líderes internacionales se solidarizaran con el jugador y cargaran en contra. A pesar de que esta organización ha reconocido el daño reputacional que esto está infligiendo al fútbol español, no parece que tome medidas más contundentes que erradiquen un problema que también ha afectado a otros jugadores.
¿Qué es lo primero que debería hacerse para atender esta crisis de manera eficaz?
Frente a este tipo de agresiones sobran todas las reacciones que no sean la más tajante expresión de repulsa y condena y más aun cuándo LaLiga es, por ejemplo, parte integrante de la Comisión Antiviolencia, lo que le otorga potestad para poder sancionar estos incidentes y aplicar con firmeza el protocolo antirracista de la FIFA.
¿Quién o quiénes deben ser los portavoces principales para informar de las gestiones de los responsables o del comité? ¿Crees que uno de los problemas es que los responsables y sus portavoces no están suficientemente identificados?
Las personas con autoridad y representación tanto del equipo, de LaLiga y de los más altos órganos deportivos, pero con unos procedimientos y protocolos bien organizados y alineados. Creo que el principal problema en este caso es la falta de alineación y unanimidad en la respuesta y también la carencia de medidas efectivas para acotarlo de raíz.
El Movimiento contra la Intolerancia se queja de la inacción de los últimos gobiernos en España. ¿Cómo debería tratarse esta crisis a nivel institucional, y su comunicación?
Este acontecimiento relacionado con Vinicius representa un punto de inflexión que obliga a un cambio en la competición española. Ahora mismo es inevitable que la percepción sea que somos un país racista en muchos lugares y, en tanto que no se persiga el clima de odio instalado en LaLiga, la imagen del fútbol español y la de España en su conjunto está dañada puesto que el fútbol es uno de los mayores escaparates a nivel mundial, para lo bueno y para lo malo .
Los medios de comunicación internacionales tienen sus ojos puestos en España para conocer la respuesta, ¿quién, cómo y cuándo debería dar esa respuesta?
Creo que se deben tomar medidas y establecer políticas de raíz y mucho más contundentes habida cuenta de que ha quedado más que demostrado que los que hay han resultado del todo ineficaces. Este acontecimiento hubiera requerido de una respuesta rápida, unificada, alineada, con condenas firmes públicas, claro apoyo a la víctima, total transparencia respecto a las acciones concretas a realizar, actuación en redes sociales y realmente demostrar un compromiso genuino.
Además de atender el problema de fondo, ¿las instituciones deberían emprender una campaña para evitar que se repitan episodios de racismo en los estadios?
Desde luego. Una vez abordado el problema de fondo sería muy conveniente y necesario desarrollar campañas que promuevan la lucha contra el racismo con campañas de sensibilización y educación dirigidas a concienciar sobre su impacto tan negativo, a favor de la igualdad racial dirigida a jugadores, equipos, aficionados y la sociedad en general, poder desarrollar alianzas estratégicas con organizaciones antirracista para desarrollar campañas conjuntas, implementar medidas de capacitación obligatoria en equipos y para jugadores, apoyar en testimonios y experiencias de jugadores y entrenadores y otros profesionales que hayan sido víctimas de racismo promoviendo mensajes de unidad a través de medios de comunicación, promover eventos deportivos, proyectos y programas antirracistas, realizar campañas en redes sociales impulsando mensajes contra el racismo y crear hashtags específicos, animando a los aficionados a compartir sus reflexiones, y destacar el apoyo de los jugadores y equipos a través de contenido relevante y emocional. Hay que hacer todo esto, desde luego implementando también rígidas medidas disciplinarias para aquellos involucrados con sanciones más severas, multas económicas y la prohibición de asistencia a los eventos deportivos.
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia apunta a la responsabilidad informativa. ¿Qué papel juega aquí el sector de la comunicación y cómo crees que podría actuar en lo sucesivo?
Todas las personas con capacidad de prescripción e influencia tienen responsabilidad cuando suceden estas conductas reprobables y sin duda las redes sociales son canales amplificadores y de mucha fuerza en el proceso. Por esa razón, creo que es importante poner en marcha campañas para promover mensajes contra el racismo involucrando a figuras de referencia que se sumen a la causa y promoviendo mensajes en pro de la tolerancia y la inclusión.
Seguiremos Comunicando…
