El periódico boliviano Página Siete anunció su cierre, de forma sorpresiva, en una carta dirigida a sus lectores y difundida a través de su web y redes sociales, a finales de la semana pasada. “Este es un momento duro que me llena de tristeza y angustia porque soy consciente de que el periodismo independiente y la democracia pierden un aliado importante”, señala en la misiva el Presidente del directorio de Página Siete 2010-2023, Raúl Garáfulic Lehm.
En el texto, titulado: “Fin del camino. Carta a los lectores de Página Siete”, Garáfulic Lehm explica que el cierre de este diario, que tenía trece años haciendo periodismo impediente en Bolivia, fue motivado por múltiples razones que calificó como “una combinación de circunstancias adversas” y entre las cuales se encuentra el acoso económico impulsado desde el gobierno de Bolivia.
Aun cuando explica que los accionistas de la empresa efectuaron importantes aportes de capital durante los últimos años, llegaron al límite de su capacidad. Añadió que esperaban un aporte de capital que le permitiría seguir adelante “pero a último momento los inversores dieron un paso al costado por temor a represalias políticas”, dijo.
Bloqueo de la pauta publicitaria, acoso económico y judicial
Garáfulic Lehm denunció un bloqueo de la pauta publicitaria impulsado desde el gobierno de Bolivia: “El partido de Gobierno bloqueó sistemáticamente la pauta publicitaria para el periódico, pese a que ella se financia con recursos de todos los bolivianos. Incluso presionó a empresas privadas del sistema financiero para que no publiquen sus avisos en Página Siete”.
Asimismo, denunció que el periódico fue blanco de hostigamiento en redes sociales, así como acoso judicial y económico, mediante multas recurrentes y bloqueo de las cuentas bancarias.
“Auditorías y multas recurrentes de una diversidad de instituciones del Estado se ensañaron año tras año contra Página Siete, mientras nuestros competidores de línea oficialista fueron tratados con guante blanco”, dijo.
Caída en las ventas
Añadió el ejecutivo de Página Siete que a todos estos inconvenientes, se sumó la disminución de los ingresos motivada por la caída delas ventas de los periódicos impresos tras el COVID, la reducción del presupuesto publicitario de muchas empresas, el incremento de los precios del papel y otros insumos para la impresión.
“Si bien Página Siete apostó este año a la captación de suscriptores digitales, su crecimiento resultó más lento de lo esperado”, explicó.
ANPB: “Cierra el segundo periódico independiente en gobiernos de izquierda”
La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), advirtió que Página Siete “es el segundo medio impreso boliviano que cierra en un gobierno de izquierda”. En tal sentido la asociación hizo referencia al cierre del diario La Prensa, ocurrido en 2016 “como efecto de políticas gubernamentales que terminaron asfixiando a los dos medios identificados con el periodismo independiente”.
“La política agresiva y cerco financiero contra los pocos medios independientes ya tiene dos víctimas”, expresó el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Jorge Carrasco.
Desde el organismo reiteran la alerta sobre la existencia de “un esquema orientado a silenciar la palabra libre de periodistas, y de medios que atraviesan la mayor crisis como efecto directo de prácticas excluyentes de la publicidad estatal y permanente hostigamiento a través de entidades recaudadoras”, expresó Carrasco, representante de los principales diarios bolivianos.
Advierten que el derecho constitucional de los ciudadanos a ser informados bajo los principios de pluralidad de ideas y respeto está en alto riesgo.
Carta de los trabajadores del medio: “¿Cómo vive un país sin prensa independiente?”
A través de una carta publicada en la cuenta de Twitter de Página Siete, los empleados del medio manifestaron su pesar por el cierre del periódico, tras una lucha por mantener vivo el periodismo independiente de la que también fueron partícipes.
Recordaron que Página Siete fue uno de los medios más premiados de Bolivia y también “uno de los pocos que marcó huella con revelaciones que destaparon hechos de corrupción y otros delitos. ¿Cómo vive un país sin prensa independiente?”, se preguntan.
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