Recientemente, el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) Venezuela realizó el foro “Tendencias de seguridad para periodistas”, que contó con la participación de tres reconocidos comunicadores de la región latinoamericana.
Aun cuando son periodistas jóvenes, cuentan con una gran experiencia en el periodismo de investigación en la región, en países como El Salvador y Venezuela, en los que se viven complejos escenarios sociopolíticos y la prensa es blanco de ataques por parte de los gobiernos.
Cómo afecta la falta de seguridad al periodismo de investigación en Latinoamérica
El periodista salvadoreño Carlos Martínez, tiene más de veinte años de experiencia como reportero y forma parte del equipo de investigación del periódico El Faro, un medio que ha sido reconocido y premiado internacionalmente por sus trabajos de investigación, pero que también ha sido muy atacado a partir de 2019, tras la llegada al poder de Nayib Bukele.
“Más allá de que sea un tema de protocolos, de riesgo y de seguridad, estamos viendo que la seguridad de los periodistas está afectando de manera directa cómo se hace el periodismo de investigación en Latinoamérica”, destacó.
Carlos mencionó las similitudes entre las tendencias autoritarias de los gobiernos venezolano y salvadoreño, y enfatizó en la necesidad de que los periodistas continúen con su trabajo, a pesar de los riesgos que representan para sus vidas y libertades.
Igualmente, mencionó que los periodistas en países como Venezuela a menudo tienen que exiliarse o escribir de forma anónima para proteger su seguridad, asimismo, destacó la importancia del periodismo de investigación para garantizar la libertad y la democracia.
La importancia de las colaboraciones y las alianzas
Emilia Díaz-Struck es una reconocida periodista y docente venezolana que ha sido nombrada recientemente como directora ejecutiva de la Red Global de Periodismo de Investigación y ha coordinado importantes trabajos de investigación. Para Emilia, las colaboraciones son fundamentales a la hora de garantizar la publicación de las historias y las investigaciones periodísticas. En tal sentido, explica que cuando un periodista publica en solitario una investigación, es más factible que desde el poder se le pueda perjudicar o presionar para que no publique. En tal sentido, aconseja que se busque el apoyo con la publicación en red y de forma simultánea de las investigaciones en otros medios y en otros países de la región, incluso.
“La posibilidad de salir con más de un medio, de hacer alianzas, para que salgan en conjunto, ayuda a que si un medio está bajo presión para que no se publique una historia, la historia salga en más de un medio”, en tal sentido mencionó como ejemplo a la red forbiddenstories.org, que es una forma de garantizar que la historia se publique, que se continúe la investigación y que se reduzcan los riesgos para el periodista.
“Cuando hay una situación compleja, muchas veces amerita dejar los egos de lado y trabajar juntos en colaboraciones que nos ayudan a avanzar y a profundizar en lo que encontramos en las historias, pero que ayudan a reducir esos riesgos y esas presiones”, comenta.
Asimismo, resalta la importancia de dar el tiempo necesario a todas las etapas de la investigación periodística, no solo a la labor del reportero, sino a las otras etapas: “hay que dar el tiempo para escribir, para editar y para chequear. Porque a veces si apresuramos las notas, se nos puede ‘caer’ la nota”.
Saber utilizar la tecnología como mecanismo de protección
Joseph Poliszuk, es cofundador del medio armando.info especializado en periodismo de investigación, y se ha abocado a la investigación de la minería ilegal y las redes criminales al sur de Venezuela, así como el uso del poder para la expoliación de riquezas y la destrucción del medio ambiente.
El trabajo de investigación que realiza conlleva muchos riesgos, pero Joseph ha sabido sortearlos, valiéndose de la tecnología. En tal sentido, aconseja que los periodistas deben estar conscientes a los riesgos que se enfrentan y planificar el momento en el que van a hacer la entrevista y, sobre todo, entender cómo funciona la tecnología.
“Entender que, si vamos a mandar un mensaje encriptado, cómo funciona y para qué nos sirve –no es que no van a encontrar la información, es que la van a encontrar encriptada y fragmentada-, a veces es mejor mandar una imagen, porque si bien va a ver que es una imagen, no van a saber qué dice esa imagen… el texto que está dentro de la imagen”.
Relata que en los últimos años, en los viajes a la selva, han utilizado “trackers”, que les permiten, en lugares donde no llega la señal de internet, rastrear a los colegas que se encuentran en la zona. Explica que lo más importante es planificar todo el trabajo que se va a realizar y hacer una preproducción del mismo.
Su consejo para todos los periodistas de Venezuela es: “Tenemos que tener rigurosidad, seguir tratando de hacer el mejor trabajo y contrastarlo, en un país con fuentes cerradas y con todas estas amenazas”.
“Hay trabajos que pensé que podían poner en riesgo la integridad mía y del equipo y fueron otros los que terminaron sacándonos del país… creo que eso es inherente al ejercicio del periodismo, uno nunca sabe ‘que callo está pisando`”, relata. Por ello, coincide en la necesidad de la verificación de hechos o fact-checking, que advierte que no es suficiente, pues es una parte del proceso de edición. Además. advierte que aunque los editores tienen esta responsabilidad, ello no exonera al periodista de su responsabilidad a la hora de “blindar su trabajo, de hacer el mejor trabajo y ser el primer responsable”, agrega.
El fact-checking y el blindaje jurídico
La moderadora del evento, Marianela Balbi, Directora Ejecutiva de Ipys Venezuela, destacó la importancia de realizar la verificación de hechos o fact-checking como una forma de blindar los trabajos de investigación periodística. Explica que se trata de un mecanismo de seguridad que hace más difícil que quien quiera demandar al periodista o hacerle daño lo pueda hacer.
En tal sentido, Carlos Martínez señala: “La primera protección que los periodistas tenemos, en contextos tan complicados en los que trabajamos ahora en América Latina, deriva de la rigurosidad con la que se haga el trabajo. Bajo ninguna circunstancia el periodismo puede hacer revelaciones temblorosas o llenas de dudas.
Explica que esto es particularmente importante en el contexto actual en la región, dado que la narrativa gubernamental en Latinoamérica busca hacer monólogos de manera permanente y, el periodismo, normalmente “interrumpe monólogos”. “Y desde la narrativa del poder se nos presenta como traidores… en suma como mentirosos”, dijo.
Destaca, además, que el blindaje jurídico es fundamental para proteger la credibilidad del periodista y esta dependerá del empeño que cada periodista ponga en investigar y en hacer pasar los materiales por expertos y abogados, antes de publicar.
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