Ecuador vivió, el pasado 15 de octubre, un proceso de elecciones presidenciales anticipadas para elegir al sucesor de Guillermo Lasso, en el que Daniel Noboa se impuso con el 52,1 % de los votos sobre su contrincante, la correísta Luisa González. Pero la solución a la crisis institucional y de seguridad que atraviesa el país está todavía muy lejos. El joven empresario cuenta con muy poco tiempo para enfrentarla. Ha sido elegido sólo para culminar el período constitucional 2021-2025, por lo que los expertos en Asuntos Públicos ya están analizando el panorama, que se avizora tan duro como corto.
Para arrojar luz a la oscura situación de Ecuador -y la región- en materia de estabilidad democrática, desde XPRAmerican hemos conversado con Antonio Hernández-Rodicio, socio de Comunicación estratégica, Asuntos Públicos y Consultoría Política en la agencia de Comunicación y Asuntos Públicos Thinking Heads.
“Ecuador ha llegado a estas elecciones en medio de una escalada de violencia sin precedentes, que tuvo su culmen en el asesinato del candidato anticorreísta Fernando Villavicencio, y luego el de sus sicarios en la cárcel. Hablamos de un Estado que va camino a convertirse en un ‘narcoestado’, algo muy complejo de gestionar en tan pocos meses”, dice el experto, y así responde a nuestras preguntas.
Ante este difícil panorama, ¿qué ha ganado Ecuador con estas elecciones?
Lo primero que ha ganado el país es que ha podido acabar esta campaña, que ha sido un desastre.
Y, además de las elecciones, ¿qué ha ganado Noboa?
Noboa ha ganado tiempo, no tanto para hacer cambios estructurales o solucionar los problemas, que son muy complejos, sino para hacer campaña y demostrar que puede ser “votable” en las próximas elecciones.
¿Y cómo, sin tiempo para actuar, puede lograr ser “votable”?
A través de la comunicación. Debe lanzar un mensaje que sea incontrovertible y certero. Debe darle a los ecuatorianos la certeza de que él gobierna el país, que el Estado está bajo su control y que no está podrido por el narcotráfico. Su política de comunicación debe colocarlo dentro de un escenario en el que los ciudadanos entiendan que merece la oportunidad y el tiempo para lograrlo.
¿Dónde queda la democracia ecuatoriana en este escenario?
Pese a todo, la democracia ha funcionado y ese es un mensaje que no está mal, aunque hayan asesinado a un candidato presidencial. Pero Noboa no debe confiarse, ha ganado las elecciones con un margen muy ajustado. La democracia ha funcionado pero bajo presión, con grupos de narcos asesinando candidatos. Tiene pocos meses para hacer valerla y controlar el país.
¿Y la de la región?
La situación de la democracia en la región es muy preocupante. Nicaragua, Honduras, El Salvador… Hay un peligro latente de que se esté sembrando una ola de asonadas militares en Latinoamérica.
¿Qué quiere decir Noboa con el “nuevo Ecuador” de su campaña?
Noboa es el presidente mas joven que ha tenido la nación y el heredero de un empresario bananero. Juega con la ventaja y la ilusión que le da la edad, por eso puede mandar un mensaje de cambio, de futuro. Él pretende proyectar un nuevo país, se quiere alejar de los problemas, los vicios y la corrupción, apostando por la educación, el empleo y la seguridad. Es un discurso generacional de un joven de 35 años, pero decirlo es más fácil que hacerlo.
Y los ecuatorianos, ¿qué le han dicho al correísmo?
Estos resultados son un duro correctivo al correísmo, pero el margen ha sido muy estrecho, esto deja a un país polarizado. Noboa lo que ha hecho es reunir a todo el anticorreísmo, pero el correísmo se divide en dos. Esta candidata estaba muy corta de tirón electoral, la elevaba Correa, estaba entregada a la suerte de la figura de éste. El correísmo puede volver a tener opciones y tratará de ganar en las próximas elecciones. En los próximos meses dará mucha caña.
¿Cuál es hoy el mayor reto de Noboa?
Su mayor reto es ser y parecer un presidente elegible, al que merece la pena volver a votar, y tiene pocos meses para lograrlo. Ese es prácticamente su único reto. Desde el poder esto es un plus, pero si el panorama se complica tendrá problemas. A largo plazo, su reto será hacer reformas estructurales, sacar al país de la senda del narcotráfico y recomponer la economía.
¿Por dónde debe comenzar para lograrlo?
Debe comenzar por decirle a los ecuatorianos que el Estado existe, manda y que el gobierno tiene el control, porque la sensación de que las mafias lo controlan es terrible. Ordenar esa casa será muy difícil. Lasso no lo logró, aunque redujo la deuda para captar inversiones, la caída de los precios del petróleo, la pandemia y otros factores también jugaron en su contra. Se va con un 81 % de desaprobación, eso muestra la desesperación de los ecuatorianos. Noboa tiene poco tiempo para demostrar que puede gobernar Ecuador cuatro años más…
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