Borja Prado ha dimitido como presidente de Mediaset, pero su hartazgo se remontaba al mes de junio. El empresario, que saldrá del grupo próximamente, perdió toda responsabilidad editorial cuando Mediaset decidió que esta recayera directamente sobre Alessandro Salem. Un movimiento que apartó a Prado de la toma de decisiones de peso, quedando así relegado a un segundo plano.
Fuentes del sector apuntan a que esta ha sido la razón de su salida. No poder decidir sobre cuestiones clave como la línea editorial del área de informativos ha terminado agotando la paciencia de un Prado que llegó a la presidencia de Mediaset con la intención de dar un giro de 180º grados al grupo.
Sin embargo, la rama italiana del grupo tenía otros planes. Alessandro Salem fue su hombre desde que Paolo Vasile pusiera fin su etapa en Mediaset tras 20 años como CEO. Mientras tanto, en España se apostó por Borja Prado para revivir al grupo y dotarle de una seña de identidad más reconocible. Esta bicefalia -con Massimo Musolino también con un papel importante- no auguraba un buen final.
Y así fue. Finalmente, Salem se hacía con un poder prácticamente omnímodo después de que Mediaset diera marcha atrás quitándole a Prado “las labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos” que previamente le había otorgado. Esto provocó un cisma en la parte noble del grupo, que vio cómo se rompía la relación entre dos de sus principales mandatarios.
Controlar los informativos, la gran batalla en Mediaset
La lucha por hacerse con las riendas del grupo tenía un objetivo claro: definir la línea editorial de los informativos, un área clave para Mediaset, que buscaba dejar atrás la era Vasile. Cabe recordar que hasta ahora y durante la etapa del empresario romano como CEO del grupo de Fuencarral, la información ha tenido un papel secundario en Telecinco, cuyo modelo era “entretenimiento y más entretenimiento”.
A esto se suma la circunstancia de la crisis sin precedentes que sufren en Fuencarral. Los informativos no se han librado de la “espantada” de espectadores que viven Telecinco y Cuatro. No obstante, es en la cadena principal donde más estragos está causando la caída de audiencia, con Informativos Telecinco por detrás del Telediario de TVE desde hace meses. Conscientes de la necesidad de cambiar de rumbo, Mediaset impulsó una reestructuración de su área de informativos de cara a la presente temporada.
En ello andan inmersos ahora en Fuencarral. El grupo dirigido por Alessandro Salem está renovando esta área con las incorporaciones, primero, de Francisco Moreno como director de Informativos, y después, con el fichaje de Carlos Franganillo para conducir la segunda edición de Informativos Telecinco. Ambos movimientos con gran enjundia, pues sus perfiles dan muchas pistas de hacia donde camina Mediaset.
Dos líneas enfrentadas
Tanto Moreno como Franganillo están más próximos a la izquierda que a la derecha. Como hemos apuntado en PRNoticias, la llegada de ambos a Mediaset constata la imposición de una línea más próxima al Gobierno de coalición que a la oposición que ejercen PP y Vox.
De hecho, Franganillo procede de RTVE, favorable a los intereses de la Moncloa. Moreno, por su parte, aterriza en Mediaset desde la Radio Televisión Canaria, donde ejerció como administrador único e impulsó una línea editorial centrada en la información y no tanto en la opinión de corte político.
No obstante, este giro a la izquierda podría haberse dado al lado contrario si hubiesen fructificado los planes de Borja Prado. El empresario madrileño era partidario de que Mediaset se aproximara a la derecha de cara a la formación de un posible gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo. Para alcanzar este objetivo, Prado quiso reclutar a Vicente Vallés, líder indiscutible a nivel informativo en Antena 3.
Un fichaje que se frustró tras la negativa de Vallés, que prefirió conservar su puesto en Atresmedia. Tiempo después, los resultados de las elecciones del 23 de julio dejaron un escenario muy distinto al que dibujaban las encuestas. Ante la imposibilidad de que Feijóo pudiera formar gobierno, Mediaset optó por abordar la incorporación de Carlos Franganillo, que ha acabado siendo determinante para que Borja Prado decida abandonar Mediaset.
De esta forma, la “rama italiana” del grupo logra salirse con la suya, apostando por un área de informativos menos politizada que la que pretendía imponer Borja Prado antes de perder parte de la responsabilidad editorial que ostentaba. Esta “derrota” ha sido la puntilla para el ex presidente de Endesa que abandona Mediaset tras año y medio en la presidencia y sin haber podido conseguir su objetivo de transformar la compañía de la que había sido consejero previamente.
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