Los trabajadores del sector de la salud se enfrentan cada día a situaciones que pueden conllevar una carga para ellos, ya no solo física, sino también mental. En 2022 más del doble de los trabajadores de la salud reportaron acoso en el trabajo, en comparación con 2018, según CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). Esto incluye amenazas, hostigamiento (bullying), abuso verbal y otras acciones por parte de pacientes y compañeros de trabajo, lo que puede conllevar una sobre carga para estos sanitarios.
Antes de la pandemia, el agotamiento de los trabajadores de la salud ya estaba en niveles de crisis, pero la llegada del covid-19 trajo consigo desafíos que supondrían un deterioro aún mayor de la salud mental de los trabajadores de la salud.
Una encuesta de la Fundación Qatar y la Cumbre Mundial de la Innovación para la Salud, en colaboración con al Organización Mundial de la Salud (OMS), revela que entre el 23% y el 46% de los sanitarios y asistenciales mostraron síntomas de ansiedad durante la pandemia. Entre el 20% y el 37% manifestaron síntomas depresivos. Datos que influyen en el estado de salud actual de los trabajadores de este sector.
Además de suponer un inconveniente para su salud, este desgaste que se observa en los trabajadores sanitarios no hace tanta referencia a las posibles equivocaciones en su trabajo, sino que puede repercutir notablemente en el ambiente laboral y, sobre todo, en el trato a los pacientes.
El síndrome del trabajador quemado
Una encuesta impulsada por sanitarios de Galicia refleja que dos de cada tres trabajadores del sector de la salud están “laboralmente quemados”. Incluso los autores de la encuesta afirmaron que el síndrome del trabajador quemado “es en sí mismo una pandemia”.
La encuesta, realizada 448 trabajadores de la sanidad pública en diferentes puntos de España y publicada por el International Journal of Social Psychiatry, concluye que el 67% de ellos dicen estar cansados, un 28% aseguran haber perdido el interés en su trabajo y el 25% considera que está laboralmente quemado.
Un aspecto a resaltar es que se trata de una encuesta realizada tanto a personal con formación sanitaria, como a trabajadores que se dedican a tareas administrativas, entre otras. Esto ha permitido conocer el nivel de carga en cada uno de estos ámbitos de trabajo. Los médicos participantes, por ejemplo, confiesan un mayor nivel de estrés que el que se muestra en otras categorías de trabajadores. Además, las mujeres reconocen un mayor agotamiento profesional que los hombres.
¿A qué se debe el empeoramiento de la salud de los sanitarios?
Según datos de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial de España (OMC), la Fundación Galatea y la Fundación Mutual Médica, la principal razón del empeoramiento del estado de salud de los médicos procede de sus condiciones laborales tras la pandemia y no por la situación vivida con el covid-19. Estas condiciones se basan en un “exceso” de horas laborales, sobrecarga de trabajo y la dificultad para “desconectar”. Esto provoca que cuatro de cada diez médicos (37,9%) sientan que “no pueden más” con su trabajo, mientras que el 42,7% afirma “sentirse quemado” o padecer estrés laboral.
Según los resultados del informe que cuenta con una muestra de casi 4.000 profesionales sanitarios, actualmente el sector médico se enfrenta a unas jornadas de trabajo muy extensas, relacionadas frecuentemente con las guardias fuera del horario habitual. De esta manera se observa que el 52,4% de los médicos españoles trabaja más de 40 horas semanales y el 28,8% trabaja más de 50. Esta cantidad de horas se asemeja a las extensas jornadas que los sanitarios tenían que realizar durante la primera ola de la pandemia.
Además, los datos señalan que los profesionales más jóvenes, los que trabajan en hospitales y los que cuentan con contratos temporales, son los que más horas trabajan de media.
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