El control gubernamental por los medios públicos ya no es un tema tabú. La falta de independencia del último presidente de la Agencia EFE –criticado incluso por el diario El País- ha destapado la caja de los truenos. Otro de los grandes baluartes de los medios públicos está pendiente de renovar su dirección.
Nos referimos a RTVE, que desde hace más de un año está en manos, de forma interina, de Elena Sánchez. Si a eso le sumamos la reciente constitución del nuevo Gobierno, con pactos y acuerdos muy dispares a los de hace cuatro años, todo parece indicar que el siguiente presidente de RTVE está próximo.
Dadas las circunstancias, es difícil pensar en la celebración de un concurso público como el que eligió a José Manuel Pérez Tornero como presidente de la Corporación. De poco sirvió el proceso de elección, ya que fue destituido desde Moncloa en septiembre del pasado año. No obstante, las tensiones políticas suben un escalón la dificultad de alcanzar un consenso entre las partes.
Voces discordantes
Lo que también es evidente es que las tensiones dentro del consejo son cada vez más profundas. No son pocas -ni privadas- las críticas que los consejeros que actúan en representación del Partido Popular han vertido sobre la actual gestión. Tampoco son pocos los problemas a los que RTVE tiene que hacer frente.
El parón del proceso de oposiciones por parte de la Audiencia Nacional será uno de los principales problemas a los que la nueva directiva tendrá que hacer frente. No será el único. También preocupa sobremanera dentro de la Corporación los preocupantes resultados de RNE en el último Estudio General de Medios, que ha dejado a tres de las cuatro franjas principales de la emisora en números rojos.
El apartado de televisión tampoco se libra. Aparentemente superada la grave crisis de audiencia de los últimos años, la siguiente cuenta pendiente llega a través de las productoras. Son muchas las voces internas que siguen recriminando a RTVE el excesivo protagonismo que las contrataciones externas tienen en TVE. Una confianza, que no solo crea una brecha en el presupuesto de la Corporación, sino que también daña la imagen de la plantilla que conforma RTVE.
Seguiremos Informando…