La Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales APRI ha elegido este 23 de enero como presidente a Carlos Parry. El Senior Director de EU Affairs de Astrazeneca tendrá la responsabilidad de llevar las riendas de la organización hasta el 2028 pero, sobre todo, de continuar el legado de María Rosa Rotondo, fundadora y presidenta durante los últimos15 años. Su historia profesional -y personal- está ligada a la de APRI, así que quién mejor que ella para hablar de lobby en España.
Desde PRNoticias hemos conversado con ella. Tan profesional como humana, nos habla de la importancia de la actividad, de la necesidad de fortalecerla y de la urgencia de regularla. En su discurso de despedida, en una Asamblea que la aplaudió de pie, agradeció a su equipo, a los más de doscientos profesionales que hoy integran APRI y a sus hijos… Sí, porque las horas que les restó a ellos a lo largo de estos 15 años, se las sumó al sector… “¡que ahora está de moda!” Y así lo cuenta.
¿Por qué es importante la actividad del lobby?
El lobby es participación. Es la manera que tiene la sociedad civil: empresas, asociaciones, ONGs… de participar en los asuntos que les afectan. Por tanto, se trata de una actividad imprescindible en cualquier país, y esta participación forma parte del proceso democrático. Mediante la contribución del sector privado y la transferencia de conocimiento, esta actividad debe servir para que la legislación que se aprueba responda mejor a las necesidades que la misma pretende cubrir.
¿Qué te animó a ejercerla?
Como tantos otros compañeros, empecé mi carrera como abogada. Sin embargo, encontré en los asuntos públicos la intersección de las tres áreas que me fascinaban: el derecho, la comunicación y la política. Esto, unido al carácter relacional de nuestra profesión y a la necesidad de aprender constantemente sobre temas complejos, me sedujeron completamente hace ya 23 años.
¿Cómo fueron los inicios?
Me introdujo en este sector mi socio, Javier Valiente, al que había conocido en Bruselas y que ya trabajaba en ese momento en un lobby inglés. Javier detectó inmediatamente la oportunidad de montar una agencia profesional de asuntos públicos en España, como oficina de Madrid de un grupo de origen británico. Apostamos por el mercado español con una visión profesional de los asuntos públicos y una metodología anglosajona que, junto con la red de oficinas en Bruselas y Londres, nos permitieron posicionarnos muy rápidamente, sobre todo entre las multinacionales que demandaban en España los mismos servicios eficaces y profesionales que tenían en las otras capitales. Todo empezó en 2001 y estamos muy orgullosos de haber contribuido a construir el sector que hoy tenemos en nuestro país.
¿Cómo y por qué nació APRI?
En 2007 nos juntamos varios lobistas que nos conocíamos y que nos sentíamos huérfanos en la representación de lo que veíamos como una gran actividad profesional, necesaria, seria y productiva. Por este motivo, nos lanzamos a montar la asociación, con un foco puesto en la profesionalización de la misma mediante formación, educación a la sociedad, y desmitificación de la actividad como algo opaco.
¿Cómo ha sido la evolución de APRI durante este tiempo?
Creo que muy positiva. Si hubiéramos contado las agencias, clientes y empleados del sector hace quince años y los que tenemos ahora, nos daríamos cuenta de la magnitud del crecimiento del sector. Por otro lado, en estos años la asociación no solo ha crecido sino que ha profesionalizado su gestión y su comunicación. Empezamos como una asociación de profesionales en 2007, pero desde 2018 incorporamos a empresas. Hemos adquirido relevancia y notoriedad pública, y nos hemos convertido en el interlocutor de referencia de los poderes públicos en los ámbitos que nos competen, especialmente en lo relativo a la regulación de nuestra actividad. También hemos establecido lazos con otras asociaciones importantes de nuestro país, y de nuestro entorno, fundamentalmente en Europa.
¿Qué te animó a presidirla?
Como fundadora, todos los socios que conformábamos la asociación estábamos en la Junta Directiva.
¿Cuál consideras que ha sido el mayor logro de esta legislatura, para la asociación y para sus socios?
Estos últimos cuatro años han sido extraordinariamente prolíficos para la asociación. Hemos consolidado los cinco grupos de trabajo y el Foro de Organizaciones, que es donde se integran las empresas y ONGs que se asocian. Hemos profundizado en la interlocución con los políticos y mejorado la comunicación y divulgación de nuestras actividades y de nuestros fines. Pero si tengo que elegir, me quedo con dos: en primer lugar, la organización de los actos por nuestro quince aniversario, con un evento de la mano de una gran escuela de negocios como es IESE, y una cena a la que acudieron más de ciento veinte personas. En segundo lugar, con un proyecto muy querido para mí: el lanzamiento de la formación de postgrado con la Universidad Autónoma de Madrid, con la que queremos contribuir a formar a más y mejores profesionales.
¿Qué meta no se pudo alcanzar en este periodo, y por qué?
Como siempre, la de la regulación. Es frustrante enfrentarnos a la falta de interés de nuestros gobernantes sobre este tema.
¿Qué le pide APRI al Gobierno de España?
Que facilite y promueva la participación de la sociedad civil y no se deje guiar por dogmatismos. Y, por supuesto, que haga una buena regulación de la actividad de los grupos de interés.
¿Qué retos tiene el equipo que lidere APRI en el siguiente periodo?
¡Infinitos! Serán ellos quienes te contestarán mejor a esta pregunta.
¿Está entre esos retos hacer más y mejor pedagogía para que la sociedad conozca la importancia del lobby?
Por supuesto, esto siempre, ya que es uno de nuestros objetivos fundacionales.
¿Qué le recomiendas a un estudiante o a un profesional que desea incursionar en este sector?
Que no lo dude en un minuto. No solo es la mejor profesión del mundo, además ¡ahora estamos de moda!
Seguiremos Informando…