El descontento en RNE es una constante desde hace meses. Fuentes de la emisora aseguran que en los despachos se ha instalado una sensación de caos que también afecta a la redacción, donde la ausencia de dirección es cada vez más evidente.
La salida de Alfredo Menéndez como director de programas supuso un punto de inflexión para RNE, que también está acusando la pérdida de oyentes. Como contamos en PRNoticias, Menéndez fue acusado de acoso laboral por algunos miembros de la plantilla de la emisora.
El caso se cerró con una reubicación para éste, pasando de RNE a TVE. No obstante, desde los sindicatos consideraron insuficiente esta medida, asegurando que “los directivos podían acusar a la plantilla sin que pase nada”.
Dos meses después, la situación apenas ha cambiado en RNE, que navega sin rumbo fijo. La salida de Menéndez dejó una vacante en la radio pública que la corporación aún no ha cubierto. Este asunto ha dado lugar a una falta notable de dirección, pues nadie toma las riendas de la emisora.
Muchas dudas y pocas certezas
A la falta de liderazgo de RNE hay que sumar sus pobres datos de audiencia. Desde hace meses, la radio pública sufre una crisis que la ha llevado a situarse por debajo del millón de oyentes diarios. Pese a los cambios de presentadores que se impulsaron en septiembre del año pasado, 2023 se cerró para RNE con una caída del 5% en su cuota de adeptos.
Desde la corporación ven muy complicado remontar estos datos y por ello están buscando nuevas fórmulas que impulsen la marca de RNE. Una de ellas es RTVE Audio, lanzada en julio del pasado año, y que permite ver y escuchar los programas de la radio pública en directo, además de podcast originales.
Una herramienta que ha pasado un tanto desapercibida y que no ha servido para aplacar la sensación de descontrol imperante en RNE. La crisis que atraviesa la emisora es un reflejo de la que padece la propia RTVE, con una presidencia interina que dificulta enormemente la toma de decisiones dentro del ente.
Los trabajadores de RNE, no obstante, ven insuficientes este tipo de proyectos y creen que se debería apostar por dar un mayor impulso a la radio tradicional y a la marca de la casa. Una cuestión que depende, en última instancia, de Elena Sánchez – presidenta de RTVE-, cuyo puesto está más en entredicho que nunca.
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