RTVE está más señalada que nunca. La última intervención del Gobierno sobre la corporación -vía nombramiento de Concepción Cascajosa como presidenta interina tras la destitución de Elena Sánchez– ha vuelto a poner de manifiesto las redes que unen a La Moncloa con Prado del Rey.
Una cuestión que se ha denunciado tanto desde dentro como desde fuera del ente público. El reciente fichaje de David Broncano por La 1 ha vuelto a abrir la caja de los truenos en una RTVE que muchos tildan de “ingobernable”. Pero lo cierto es que la llegada del humorista jienense a la cadena pública es, a todas luces, un movimiento que trasciende lo mediático.
La Moncloa quiere reducir la supuesta influencia que Pablo Motos ejerce sobre los espectadores desde El Hormiguero, y para ello confiará en un David Broncano que intentará robarle audiencia al presentador valenciano desde TVE. Una jugada arriesgada, y puramente política, que ha denunciado la oposición durante las últimas semanas.
Los últimos en hacerlo han sido Vox. “En esta ocasión ustedes han dado un paso más allá y han decidido apadrinar a un humorista complaciente y servil con el PSOE con el dinero de todos”, acusaba Pepa Millán, portavoz del partido en el Congreso de los Diputados.
Instantes después, acusaba a los socialistas de “destinar 28 millones de euros -en referencia a La Resistencia– a financiar una fiesta que nos va a salir a razón de 90.000 euros por programa, que ahí es nada”, subrayaba Millán.
Sin embargo, David Broncano no ha sido el único comunicador que ha salido a relucir en la sesión de control de este miércoles. Silvia Intxaurrondo, periodista de TVE desde 2021, ha vuelto a salir a la palestra después de que parte de la derecha política la perciba como una aliada del Gobierno. “Mire, la sanidad y la educación”, decía la portavoz de Vox al tiempo que mostraba sendas fotografías de Broncano y de Intxaurrondo.
La nueva temporada de TVE, marcada por la batalla mediática
La Resistencia se podrá ver en La 1 a partir de septiembre. La nueva temporada TVE estará, por tanto, marcada por la irrupción de David Broncano en las noches, la franja más disputada del día y donde más espectadores se reúnen frente a la televisión.
El experimento de la cadena pública es, por tanto, arriesgado a la par que suicida, pues las circunstancias del contrato de La Resistencia, a priori, no son muy favorables para los intereses de la corporación.
Al margen de cifras y cuestiones económicas, David Broncano y su llegada a TVE se observará con lupa desde los estamentos políticos y mediáticos de nuestro país. El contenido del programa, asimismo, estará mirado con lupa, pues en la cadena pública, como han subrayado los sindicatos, “no vale todo”.
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