A nadie le sorprende ya que Pedro Sánchez acuda a sus medios de comunicación de cabecera para defender su imagen y la de su Gobierno, al tiempo que aprovecha para hacer campaña. Tras sus días de reflexión, durante los cuales barajó la posibilidad de dimitir, acudió a TVE, donde fue entrevistado por Xavier Fortes y Marta Carazo.
Al día siguiente, continúo su tour por la Cadena SER, donde contestó a las preguntas de Àngels Barceló. Y este domingo ha hecho lo propio en El País, donde su directora, Pepa Bueno, se ha interesado por los planes de Pedro Sánchez de cara a los próximos años.
La entrevista en el diario de Prisa se ha producido pocos días después de que Juan Luis Cebrián se refiriera a la que fue su casa durante décadas en términos poco considerados. El que fuera director de El País aseguró en el periódico chileno El Mercurio que estaba “en manos del Gobierno”.
Una aseveración que ha molestado mucho en Prisa, donde consideran que Juan Luis Cebrián está “resentido” tras su cese de El País, diario del que ha dicho que “ha perdido las formas” y que “no es el de antes”.
“Yo sabía desde hace tiempo que a muchos en el Gobierno y entre los intelectuales del poder no les gustaba mi presencia allí, pero claro, era difícil para ellos que yo dejara de escribir y lo hiciera en otro lado siendo presidente de honor”, ha contado a El Mercurio.
Los medios críticos alzan la voz
El trato del Gobierno hacia los medios de comunicación afines en relación a los más críticos es abiertamente desigual y desfavorable para estos últimos. Esta situación ha hecho que varios periódicos hayan denunciado la parcialidad de Moncloa a la hora de “cribar” en cuestiones como los viajes internacionales de Pedro Sánchez
La batalla del presidente del Gobierno contra la prensa crítica también ha puesto en alerta a algunos medios de comunicación en lo que respecta al reparto de la publicidad institucional, que podría sufrir alteraciones en esta legislatura.
Tal como hemos contado recientemente en este medio, los planes de Pedro Sánchez pasan por modificar los criterios que dictaminan cómo y cuántos millones de euros se reparten entre los medios. El Gobierno planea restarle importancia a la audiencia en beneficio de otros factores más subjetivos como la “sostenibilidad democrática”.
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