La Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid UCM, en colaboración con la consultora de comunicación Torres y Carrera, han presentado los resultados del estudio “Diagnóstico del estado de la conciencia social en España”. El objetivo ha sido determinar qué grado de conciencia tiene la sociedad española a partir de las preocupaciones globales, considerando comportamientos poco morales y referentes éticos.
Entre las conclusiones del mismo destaca que, el 80% de los españoles considera que la sociedad no sabe discernir entre el bien y el mal. Igualmente, casi la mitad de los encuestados opina que la tecnología favorece comportamientos poco morales, o que políticos, periodistas y empresarios son los colectivos peor valorados en términos de liderazgo social, entre otros.
En la presentación han participado David Álvarez, Profesor del Departamento de Periodismo y Nuevos Medios de la Facultad de Ciencias de la Información de UCM; Elisa Brey, Profesora de la Sección Departamental de Sociología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Información de UCM; Bárbara Navarro, Socia directora de Torres & Carrera y Cristóbal Fernández, Vicedecano de Comunicación y Relaciones Institucionales en Facultad de Ciencias de la Información.
Preocupados por la crispación
8 de cada 10 españoles afirman que se sienten muy preocupados por lo que ocurre en el mundo. Lo que más preocupa es el binomio crispación política-conflictos bélicos. En un segundo plano, aparecen a bastante distancia, dos temas como la desigualdad económica y el cambio climático.
A la hora de considerar cuál es la causa de algunos comportamientos pocos morales, casi el 50% de los encuestados afirma estar muy de acuerdo con que la tecnología es cómplice en el deterioro de nuestra conciencia social.
La diferencia entre el bien y el mal
A la hora de evaluar nuestra capacidad para discernir lo que está bien y lo que está mal tenemos peor opinión de la sociedad en general que de nosotros mismos a título particular. En opinión de los encuestados, 8 de cada 10 afirma que la sociedad no tiene clara la diferencia entre el bien y el mal y lo aplica, hecho que contrasta con la respuesta sobre si, a título personal, si aplica la diferenciación entre el bien y el mal en la vida cotidiana, un 75% han respondido que sí que lo realizan.
Gen Z: ni están ni se les espera
Por grupos de edad, el colectivo que parece más sensible con lo que sucede a su alrededor y el impacto que genera en la conciencia social son los jóvenes nacidos entre 1981 y 1993 -los conocidos como Millenials-. Le siguen el grupo de entrevistados nacidos entre 1949-1968 –Baby Boomers-.
En sentido contrario, el colectivo menos preocupado por lo que se está registrando a su alrededor es el de los denominados Z -nacidos entre 1994 y 2010-. El grado de preocupación de este segmento es el más bajo de todos los consultados.
Sin liderazgo
El estudio también explora la relación existente entre el estado de la conciencia social y la presencia -o ausencia- de liderazgos de referencia. El retorno de los encuestados refleja lo huérfana que está nuestra sociedad en el ámbito de los liderazgos considerados tradicionales.
Los colectivos peor valorados son, por este orden, políticos, empresarios y periodistas con un 1%. Por el contrario, los mejor valorados son los voluntarios de las ONG (32%), los ciudadanos de a pie (24%) y, un poco por detrás, los profesores y el entorno educativo (19%).
Entre medias, pero ubicados en el suspenso ético, la muestra señala a militares y policías (10%), jueces (7%) y personas vinculadas a la religión (5%).
El diagnóstico de la conciencia social en España forma parte del proyecto de investigación Conciencia, reputación y liderazgo desarrollado por la UCM y T&C.
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