Parece una broma. En España, en la España del enamorado presidente Sánchez, algunos de los más disfrutones han visto como cinco de los diez mejores restaurantes del mundo son españoles. Lo curioso, lo divertido y lo incomprensible es que el precio medio es de 300 euros, sin contar con las bebidas, lo que quiere decir que son restaurantes españoles pero que están en la luna de la gran mayoría de las economías, que con esos 300 pavos pueden pagar la luz, el gas y la electricidad, si es que no van acompañad@s por sus parejas, en ese caso tienen para medio alquiler… ¿De qué nos sirve tener los mejores del mundo, si no los podemos degustar?
290, 280, 365 euros
